Las prendas de piel, en especial las chamarras, son artículos básicos en cualquier guardarropa. Lo mismo puedes usarlas con un atuendo casual que con uno formal. El problema es que no puedes lavar esta ropa en casa y enviarlas a la tintorería para que le den el tratamiento adecuado puede resultar bastante caro.
Para que puedas usar estas prendas siempre que quieras, y no tengas que preocuparte por su lavado, te enseñaremos una técnica para que las limpies en casa. ¡Lograr que estén impecables es más fácil de lo que crees!
Necesitarás:
- Detergente suave
- Toallitas húmedas para bebé
- 1 trapo
- 1 toalla suave
- 1 cubeta
- Agua
- Spray para limpiar el cuero (puedas conseguirlo en las tiendas donde venden productos de piel y en algunas zapaterías)
Procedimiento
- Utiliza las toallitas húmedas para limpiar el exterior de la prenda de piel. El objetivo es eliminar las manchas más notorias.
- Aplica el spray para limpiar el cuero y frota con la toalla suave hasta que la suciedad desaparezca. Evita los quitamanchas y productos abrasivos que venden el mercado, pues en vez de dejar limpia la ropa, lograrás que la piel quede rayada o marcada.
- Llena la cubeta con agua tibia y vierte un poco detergente suave y mezcla hasta obtener un poco de espuma.
- Sumerge las prendas en la cubeta con agua jabonosa.
- Frota suavemente cada prenda. Asegúrate de que tus manos hagan movimientos circulares para no dañar la piel.
- Saca las prendas de la cubeta y mételas en la secadora. Programa la máquina a temperatura baja. En cuanto termine, pon las prendas al aire libre para que terminen de orearse.
Otra alternativa:
- Si de plano no te da tiempo de lavarlas a mano, puedes meterlas las prendas de piel en la lavadora. Asegúrate de utilizar detergente suave y de vaciar todos los bolsillos. Sube todos los cierres y voltea la chamarra, abrigo, falda o lo que sea.
- Recuerda que debes usar agua fría y que el ciclo de lavado debe ser el más suave. Si quieres aprovechar el espacio en la lavadora, puedes echar algunos pantalones oscuros. Éstos evitarán que las prendas se golpeen mientras se lavan y ayudarán a mantener el color del cuero.
- En cuanto termine, mete todo a la secadora y ajusta la temperatura en un nivel medio. El ciclo no debe ser mayor a 10 minutos. Sácala, voltéala y programa otro ciclo de 10 minutos.
- Si al sacarlas de la secadora notas que algunas prendas aún están húmedas, puedas ponerlas en el exterior para que terminen de secarse.
¿Cuál técnica te funcionó mejor?