Andar, salir, darse, quedar, romancear, ser galanes, novios o ser pareja… ¡Estoy confundida! ¿Cómo sabes qué eres y para qué sirve “saber” qué tipo de relación tienes?
¿Alguna vez te ha pasado que estás con alguien, pero todavía no definen bien qué son y a ti te entra la locura por quererlo saber? ¿De dónde viene esta necesidad?
Lo veo en mí y lo veo en mis pacientes –hombres y mujeres-… muchas veces estamos en una relación amorosa/romántica/sexual en la que nos la pasamos bien y todo está chido, pero está este gusanito constante de “¿Qué somos?” «¿Qué tipo de relación tenemos?»
Duda: ¿Qué va a cambiar si lo definen? Para muchas personas, marca una diferencia importante, sobretodo porque –al menos– en nuestra cabeza define un límite y por lo tanto, lo que “tengo –o no– derecho a hacer/pedir” ¿Será?
Yo creo, aunque me cueste trabajo vivirlo, que se vale probar y ver qué pasa… mi única condición: ser yo. Es decir, sacar el cobre desde el principio, hablar de lo que funciona y no funciona para ti, hacerte cargo de pedir lo que quieres y proponer lo que te gustaría, ser el ejemplo de la relación que a ti te gustaría tener, etc.
El problema, en mi experiencia personal y profesional, es que –sin querer- cambiamos cuando no nos dan “el título” o no nos atrevemos a proponer y ser quienes somos desde el principio porque creemos o sentimos que se va a ir, nos va a dejar de querer o se va a desencantar de nosotros. Te tengo noticias, como diría el Maestro Oogway –la tortuga de Kung Fu Panda- “Uno suele encontrar su destino en el camino que toma para evitarlo”.
Es decir, justo por miedo a perder lo que sea que tengo con ese alguien especial en mi vida, lo controlo, me escondo, huyo o simplemente no me arriesgo a pedir lo que quiero y termino haciendo realidad mi miedo: boicoteando mi relación. Mi tarea para ti esta semana ¡Usa el miedo a tu favor! En vez de volverlo una realidad y cumplir tu fantasía catastrófica… escucha a tu miedo y deja que te cuide. Si de cualquier manera tu relación va a terminar, mejor haz algo distinto y atrévete a disfrutarla, arriésgate, muéstrate… déjate conocer. Sé valiente que no es otra cosa que la capacidad de actuar con todo y miedo, dejando que el miedo nos cuide.
Proponte 3 actos valientes en la semana y déjame saber cómo te fue. Yo haré lo mismo J
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