La industria turística mundial está viviendo uno de sus mejores momentos. Los continuos avances tecnológicos, la diversidad de mercado y la globalización en sí, han permitido que cada vez más personas viajen de un lugar a otro.
Uno de los sectores turísticos que más cambios ha tenido en los últimos tiempos es de las aerolíneas. Gracias a internet hoy puedes comprar el mismo boleto a diferentes precios, sin mencionar que puedes tener acceso a los llamados vuelos low-cost.
Estas compañías te ofrecen tarifas realmente accesibles para que puedas viajar a cualquier lugar del mundo. Sin embargo, no todo es tan bueno como parece. Al ahorrar algunos pesos en el pasaje de avión renuncias a algunas cosas, básicamente la comodidad durante el vuelo.
Para que puedas decidir si te conviene o no comprar un boleto en un vuelo low-cost, aquí te decimos cuáles son las ventajas y desventajas de esta forma de viajar:
VENTAJAS
- Precio. La principal ventaja de los vuelos low-cost es que gastas menos en los boletos de avión.
- Reservación. Con este tipo de vuelos ya no tienes que reservar con mucha anticipación para obtener mejores precios.
- Tiempo. El tiempo para abordar un vuelo low-cost es menor al de las aerolíneas regulares.
DESVENTAJAS
- Horarios. La mayoría de las aerolíneas low-cost vuelan en horarios convencionales. No sería extraño que tu vuelo saliera a las 3:00 o 4:00 de la mañana.
- Aeropuertos. Las compañías de bajo costo suelen utilizar aeropuertos alejados del centro de las ciudades o las principales zonas hoteleras, por lo que requerirás mayor tiempo para llegar y salir de las instalaciones.
- Espacio. Al tratarse de aviones pequeños, los asientos y el espacio entre ellos es reducido, por lo que seguramente tendrás momentos incómodos con los pasajeros que te rodean.
- Equipaje. En este tipo de vuelos es mejor llevar equipaje de mano, pues te cobran un cargo extra por cada maleta que documentas.
- Comida a bordo. En los vuelos low-cost ya no te ofrecen refrigerios o bebidas.
- Asiento. Algunas compañías te permiten elegir tu asiento, sólo que tiene un cargo extra.
Como siempre, tú tienes la última palabra.