Pareciera que cada vez es mas difícil encontrar trabajo pues resulta que ahora son muchísimos los filtros que los aspirantes tienen que pasar para tener un empleo serio y de verdad, y digo trabajo serio porque en ello va implícito el hecho de cumplir cabálmente con horarios fijos, responsabilidades, resultados y algunas otras cosas que se necesitan para llenar el perfil del empleador; ahora bien, es bien sabido que hoy día existen muchos pseudotrabajos en los que no hay reglas y esto convierte a las personas en irresponsables, ya que si no les gusta esa ocupación rápidamente se van a otro y a otro y a otro, hasta que logran quedarse en alguno que se acomode a sus necesidades, por lo que aquí es donde surge la interrogante de: ¿qué es lo que está pasando en los trabajos?, ¿por qué las personas ya no quieren mover un dedo?, ¿por qué sienten que dar un servicio los hace serviles?.
Se ha perdido el sentido de salir a trabajar por el simple hecho de dignificarse a si mismo, ahora se tiende a pensar que si una ocupación no da como para comprarse el teléfono de última generación, o dedicarse a usar bienes y servicios propios de la empresa, no vale la pena, lo que cuestiona entonces el trabajo de la persona, pues si bien es cierto, casi todos trabajan para percibir un salario y el sueño sería que las personas pudieran si no disfrutar de su empleo, por lo menos apreciarlo y cumplir sus labores con gusto o esmero ya que de ahí proviene su economía y con ello se consigue vivir; pero curiosamente como lo mencioné al principio, a aquéllos que fueron a la universidad y terminaron una carrera se les dificulta todavía más el acceso, diciéndoles que están sobrecalificados, que no llenan el perfil, que no tienen experiencia, que cuando terminen la Maestría, que ya no hay vacantes, etcétera, etceterá; así que pierden la esperanza y sienten que no valieron la pena sus años de dedicacion. Ahora bien, si de trabajos fáciles se trata, ve por un café y si lo pides de determinada manera, el chico o chica que lo prepara se va a molestar, te va a hacer cara porque les da fiaca prepararlo como tú lo deseas, o el empleado al tener que hacer cualquier cosa extra te va a contestar que no se puede, y si se puede será de mala manera, y ni hablar de un servicio público o un trabajador de un call center de soporte, les dan un manual y se lo aprenden como robots, contestan según aquello a lo que fueron condicionados y no será posible tener una conversación con una persona de tú a tú, sino que será como interactuar con una máquina que habla en el cuerpo de una persona.
Por lo tanto, el trabajo está polarizado, ya que él que hizo todo para poder llegar y pedir un puesto no es aceptado por muchas de las razones antes mencionadas y tal vez aquél que se saltó todos los procesos y solo decidió lo que le acomodaba, se quedó en un empleo que si no es bueno tampoco es malo y se puede cambiar de ahí con la mano en la cintura sin la menor preocupación. En realidad sería bueno que desde casa los padres o responsables de los hijos les inculquen el amor al trabajo, a dignificarse en él, a lograr llegar al lugar que siempre han deseado después de haber aprendido y realizado los procesos necesarios para uno mismo tomarse en serio y poder decir: ¡lo logré!; que cada día sea una oportunidad para usar tu pericia, tu creatividad y tu ingenio, que sea cual sea el motivo por el que estás en una empresa sin importar el tamaño de ésta, lo tomes como una oportunidad para aprender y crecer, no como un castigo por el cual hasta te pagan por realizarlo. Dignifica tu actividad y te darás cuenta como el mundo cambia y las personas te perciben diferente.
Que tengas una bendecida semana.