Tres clásicos de La Habana

Ximena Cassab

Ximena CassabTras la reciente reactivación diplomática entre Cuba y Estados Unidos, donde ambos países acordaron volver a tener representantes a través de una embajada después de 54 años, las expectativas de una apertura comercial son grandes y La Habana se ha convertido en el centro de atención del sector turístico.

Durante el mes de mayo, el Adoni fue el primer crucero en zarpar desde Miami hasta el puerto de La Habana con 700 pasajeros a bordo. Y esto sólo fue el inicio de un nuevo interés por la isla, tanto por parte de los viajeros, como por la industria turística internacional.

Con esto en mente, muchos hablan sobre la importancia de conocer al país socialista antes de la llegada del capitalismo, representado por Mc Donald’s y Coca Colas. Así que, si decides viajar antes de que lleguen los cambios, aquí hay tres lugares clásicos que no puedes dejar de visitar.

La Bodeguita del Medio

Con sucursales en más de 10 países en el mundo, La Bodeguita es bien conocida en México gracias a sus buenos mojitos y noches de salsa. Sin embargo, no hay mejor que conocer el lugar donde todo comenzó, entre las calles de entre Cuba y San Ignacio, en La Habana Vieja.

El local es grande, con dos pisos listos para recibir comensales y visitantes sedientos. Su mojito promete ser de los mejores de la isla, y sin duda después de probar uno no querrás parar. También su cocina criolla es espectacular. No te puedes perder un buen plato de ropa vieja, acompañado de moros con cristianos (arroz con frijoles).

Este lugar tiene tanta historia, como el mensaje que Ernest Hemingway dejó en una de sus paredes: “My mojito in La Bodeguita, My daiquiri in El Floridita”.

El Floridita

Este bar clásico promete los mejores daiquiris. Ubicado en Obispo y Monserrate, donde abrió sus puertas en 1817 con el nombre de La Piña de Plata, el lugar recibe a los viajeros hasta las dos de la mañana para refrescar sus gargantas con un coctel típico cubano: el daiquiri.

El sabor tradicional del daiquiri es el de limón, pero en El Floridita podrás encontrar más de 10 sabores diferentes. No dejes de probar el de coco.

Museo del chocolate

Aquí no venden ningún tipo de bebida alcohólica. De hecho, no te servirán nada que no esté relacionado con el chocolate, ni siquiera una taza de café. Pero, si quieres rodearte de locales, probar algo diferente, y descansar un poco del ron, este es el lugar indicado.

Ubicado en la esquina de Mercaderes y Amargura, en la Habana Vieja, la especialidad de este lugar es, como lo dice su nombre, el chocolate. Lo puedes comer en pequeñas figuras, simples o rellenas, o en grandes formas de zapatos y habanos.

Su bebida estrella es un vaso de leche fría con chocolate y miel. Esta simple mezcla atrae a niños, jóvenes y adultos que sorben de sus popotes hasta conseguir sacar la última gota.

La realidad es que Cuba tardará años en recibir a los grandes comercios internacionales. Hay mucho que trabajar para recuperar los edificios destruidos por el abandono y la transición será lenta. Además, difícilmente desaparecerán estos clásicos. Sin embargo, no está de más empacar las maletas y salir a conocer La Habana cuanto antes.

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