¡Lo logramos! Mi esposo y yo cumplimos juntos una de nuestras metas de vida y pasamos las mejores vacaciones en la vida: romance sin fin, paisajes espectaculares, comida deliciosa y la constante sensación de logro.
Tres semanas de idilio culminaron en el regreso a la realidad, y junto con este regreso: miedo, apatía y tristeza post-vacacional.
¿Te ha pasado que regresas de un viaje o unas increíbles vacaciones y no puedes evitar sentir nostalgia? Así he estado yo desde que regresamos, y aunque sigo haciendo las cosas que tengo que hacer, no “sabe” igual.
Le compartía hace unos días a mi cuñado esta sensación y me dijo un par de cosas que me dejaron pensando:
1) no estoy valorando lo que sí tengo en mi vida y rutina, y…
2) lo que sentía en mis vacaciones y que no siento aquí no lo estoy creando.
He estado reflexionando qué era eso que sentía en mis vacaciones y que no suelo sentir en mi vida diaria y descubrí que haber logrado esa meta me dio la sensación de sí poder; de repente mis telarañas y todas las ideas que tengo sobre la catástrofe de la vida se hicieron chiquitas y experimenté un empoderamiento que antes no había sentido… y regresé, y perdí esa sensación.
Haciendo caso de la observación que me hizo Amilcar hoy me he propuesto crear esa sensación en mi vida, no esperar a que llegue.
Aquí te dejo los tips de lo que estoy empezando a hacer para crear lo que tenía en mi viaje:
- Ver lo que le aporta valor a mi vida: He estado viendo los pequeños detalles que le dan valor a mi vida, desde la comodidad de mi propia cama, hasta grandes cosas como ser afortunada de tener un trabajo que amo.
- Compartir mi sensación: hablar con mi esposo, cuñado y amigas me ha servido para sentirme conectada y he descubierto que no soy la única a la que le pasa.
- Ver en dónde sí estoy pudiendo: dado que lo que más sentía en mi viaje era que sí podía, he estado poniendo atención en las cosas diarias que logro y reafirman esa sensación.
- Paciencia: noto que pelearme con estar triste prolonga mi malestar, así que me estoy dando permiso de sentir lo que tenga que sentir.
- Ver la retroalimentación negativa: a veces sentir que no puedo tiene que ver con que la vida viene acompañada de dificultades que muchas veces quiero ignorar, pero en el viaje aprendí que verlas me sirve para darme cuenta de lo que quiero cambiar.
¿Tú cómo has sobrevivido la tristeza después de las vacaciones?