La Real Academia Española define el mentalismo como la teoría filosófica que no toma en cuenta las experiencias objetivas y que intenta resolver los problemas con procesos naturales, también es una controvertida rama del ilusionismo.
En ocasiones los juegos mentalistas son utilizados como simple juego social, para pasar un rato agradable en compañía de amigos y familiares. ¿Por qué no usarlos para amenizar el tiempo con la pareja? Podría ser bastante divertido. A continuación algunos trucos básicos de mentalista para impresionar.
1.- Para sacar ventaja en cualquier juego. Cuando estés jugando con alguien y quieres ganar, oríllalo al error con un sencillo truco, sólo pregúntale cómo es que juega tan bien. Lo analizará demasiado.
2.- Para ganar en «piedra papel o tijera». Antes de iniciar el juego sorprende a la persona preguntando algo personal, inmediatamente sigue con el juego, la mayoría de las veces tu contrincante pondrá «tijeras», como mecanismo de defensa.
3.- Si sales a comer con tu pareja y los dos piden un postre. Pídele a tu compañero que cierre los ojos y que imagine un naipe, mientras lo hace come todo lo que puedas de su comida y huye. No es un truco de mentalista, pero es algo muy divertido.
4.- Para que tu interlocutor esté de acuerdo contigo. Asiente siempre con la cabeza al hacerle una pregunta, de esta manera estás diciendo que todo lo que digas es la única verdad. Siguiendo las reglas del comportamiento social tu interlocutor no se resistirá a asentir con la cabeza.
5.- Para que tus hijos coman brócoli. No les preguntes si quieren comer brócoli, pregúntales cuántos ramilletes les sirves, si tres o cinco. Así ya habrás decidido por ellos, y los niños sentirán que la decisión fue tomada por ellos. Aplica este truco en otras situaciones.
6.- Para bromear. Si quieres bromear con alguien que está haciendo cuentas, dile un conjunto de números en orden en lugar de números al azar. Su cerebro seguirá el patrón. Así es más fácil de distraerlos.
7.- Trucos de sabor. Apuesta con tu pareja a que no pueden sentir la diferencia entre la leche entera, descremada o alguna combinación de ellas. Véndale los ojos y haz que prueben las leches. Después reemplaza la última leche por jugo de naranja. Su cerebro lo prepara para la leche, pero cuando pruebe la inesperada acidez tendrá un reflejo de náuseas, y a veces vómito. Será bueno que tengas una cubeta a la mano.