Una breve historia de éxito, humanidad y nogales

nogales

Un rey de Persia disfrutaba realizar excursiones alrededor de Ispahan, capital de su estado, pero nunca viajaba sólo, siempre llevaba una comisión de gente con responsabilidades. Entre ese grupo iba su tesorero, encargado de premiar las acciones virtuosas que veía el monarca, una de tantas ideas para motivar a los habitantes de la región.

-¿Qué haces buen anciano?- dijo el rey vio a un hombre plantando árboles. –Planto nogales, ¡Oh gran rey! –contestó.

-¿Y porqué plantar nogales que darán un fruto que no podréis comer?

-Pagaré mi deuda con los que estuvieron antes de mí, ellos plantaron árboles cuyo fruto gusté en mi juventud.

Asombrado ante la sabia respuesta del anciano, el rey lo hizo acreedor a su premio. Y añadió éste principio generoso a su lista de ideas para mejorar su reino.

Muchos de nuestros antepasados históricos realizaron grandes hazañas y sus aportes fueron dando vida a un mundo lleno de tecnologías, medios de comunicación, avances médicos y herramientas que nos son indispensables para realizar nuestro trabajo o para realizar nuestra vida cotidiana.

Es por eso que trabajar en beneficio de personas que quizá nunca sepan de nosotros es una actividad noble. Es cierto que todos trabajamos para obtener un beneficio económico y para suplir nuestras necesidades y la de nuestra familia, pero sería mejor “cambiar nuestro chip”, es decir, pensar que lo que hacemos es para brindar un servicio o beneficio a otras personas que están dentro de nuestra misma sociedad.

Por lo tanto nuestra manera de ver las cosas debería ir enfocada a los beneficios que le damos a las demás personas. El cartero ayuda a que alguien pueda recibir ese sobre tan importante que había estado esperado, los redactores de los medios de comunicación mantienen a la comunidad informada de los acontecimientos de interés, incluso los que venden comida ayudan a que alguien pueda llegar a su trabajo o que continúe sus labores diarias con el estómago lleno.

Todos trabajan para ti y tú trabajas para alguien, procura mostrar siempre tu mejor cara, tu lado más servicial. Ésta mentalidad te ayudará a tener una visión más amplia, dejarás a un lado el espíritu egoísta que te hace ver tu trabajo como una carga y, quizá, también tú dejes huella en la historia de la humanidad.


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