“La vida es eso que pasa, mientras tú te encuentras ocupado”.
No cabe duda que los ritmos y las distancias en la actualidad nos sumergen en una rutina de actividades, compromisos, fechas límite, prisas y círculos viciosos como el siguiente:
Te levantas muy temprano, medio desayunas, te transportas al trabajo, trabajas ocho horas diarias (si bien te va porque seguro son más), medio comes, te transportas de regreso a tu casa, medio convives, medio duermes… medio vives. Y al otro día transitas la misma rutina… Y hay gente que se lleva el trabajo a sus casas y a sus fines de semana.
Términos como: estrés, workaholic (adicto al trabajo), burn out (síndrome del quemado) y fatiga crónica toman fuerza cada día y se relacionan cada vez más con temas como infidelidad, falta de comunicación, separación, divorcio, infartos, ansiedad, disfunción eréctil, frigidez, padre ausente, madre ausente, guarderías de tiempo completo y abuelas que crían nietos.
Seguro se relacionan con más temas pero mi interés es tocar el tema de la familia y los afectos.
Por supuesto trabajar es importante, llevar dinero a nuestras casas también lo es; también sé que hay que aprovechar cuando tenemos energía para hacernos de un patrimonio. Eso es importante. Pero hay cosas que más que importantes son valiosas.
Lo valioso es todo aquello que dejamos de ver y que damos por sentado como esa pareja que aguanta estoicamente los silencios, el abismo de comunicación y la falta de contacto. Justo así como la canción de… “y María se moja las ganas en el café”… Y créeme que un día uno se cansa y no faltará el acomedido o acomedida que ofrezca su ayudita. Para que luego no se anden quejando.
Lo más valioso es vivir a tus hijos y convivir con ellos. No solo llegar a darles un beso cuando están dormidos, nunca pararte en sus festivales escolares y después querer compensarlos con un regalo que apagará tu culpa y servirá en un futuro para justificar que no estuviste ahí. Mi abuela decía: “A los hijos hay que dejarles buena educación y buenos recuerdos. ¡Qué sabia era!
Y tu Salud ¿qué puede ser más valioso que cuidar tu organismo? La clave está en el Equilibrio. Prioridades y organización para comer, hidratarte, respirar, ejercitarte, descansar y amar son vitales. Nuestro mayor recurso es la salud y la energía. Si no te cuidas tú… ¿Quién?
Aún no conozco a nadie que en su lecho de muerte, justo antes de partir eleve su mirada al cielo y le ruegue a Dios “Señor… dame 5 minutos más… para mandar un mail que se me olvidó” Noooo
Pero seguramente pediremos 5 minutos más para abrazar, para hablar, para reconciliarnos, para volver a decir Te Amo o para arrepentirnos por no Valorar lo Valioso.