La ciudad de Cobá se desarrolló cerca de cinco lagos que fueron fundamentales para su desarrollo, la ciudad estaba comunicada con caminos de piedra, que en lengua maya son conocidos como sacbé (camino blanco), uno de sus caminos llega al sitio de Yaxuná, cerca de Chichén Itzá. Hay evidencia de que los primeros asentamientos humanos fueron entre los años 100 a.C. y 300 d.C., con aldeas situadas cerca de los lagos, sosteniéndose con la agricultura y la caza.
Cobá se traduce como «agua con musgo» o «humedad de agua», otros investigadores dan traducciones como «agua turbia», «agua de las chachalacas», «diente de tuza» y «agua abundante”. El yacimiento arqueológico maya de Cobá está a noventa kilómetros al este de Chichen Itzá y a cuarenta al noroeste de Tulum, su extensión es de más de 70 kilómetros cuadrados y una red de 45 caminos (o sacbés) que comunica a los diversos conjuntos del sitio. Cobá prosperó en el periodo Clásico dominando una amplia región. Entre el 200 y el 800 d.C, Cobá fue una de las mayores metrópolis del mundo maya, hasta que Chichén Itzá extendió su dominio.
La pirámide de Nohoch Mul, la más alta de la península de Yucatán (42 metros de altura) revela el poder que tuvo esta ciudad. Es un lugar perfecto para disfrutar de la cultura maya y de la naturaleza. Cerca de la zona podrás encontrar el centro de sanación tradicional Casa Itzamná. En cobá hay un apiario donde se produce la miel de abeja, jalea y la cera, que se usan mucho en tratamientos de medicina maya, en masajes y otro tipo de productos. No debes perderte la oportunidad de visitar el jardín botánico, aquí se encuentran las abejas meliponas, son las que no pican. Visita Casa Itzamná y conoce las labores que hace en favor de estas abejas.
Si continúas por la carretera que va a X’can hasta Punta Laguna, hay una reserva natural con varios cenotes donde se hacen recorridos guiados por la selva, kayaks y tirolesa.