“Todos estamos un poco rotos; sin embargo un crayón roto sigue coloreando con la misma intensidad”
Leyendo esta frase me llamó la atención la taza en la que había servido mi café para empezar a trabajar en mi próximo proyecto. Esa taza que me fascina estaba despostillada y corría una fractura en redondo hasta la parte media. Y aún así mi café seguía teniendo ese delicioso sabor. Nunca hay casualidades: la frase, la taza y el viernes pasado me avisaron que estaba despedida de mi trabajo. Me había quedado sin chamba y sí, me rompí un poco. Sobre todo cuando no te lo esperas y te das cuenta de que dejarás de ganar el sueldo con el que pagas la renta, la luz, el gas; es decir, pierdes esa “seguridad”.
Pero un trabajo no hace mi vida, un cierre de ciclo no es el fin del mundo y cuando la vida de te cierra una ventana, te abre una puerta, y…. después de la tormenta, viene la calma. Esas son las frases que me he venido repitiendo para no ceder el paso no a la tristeza, sino a la frustración que precede a la desesperación. Un sueldo menos no es menor cosa. El dinero si bien dicen no es la felicidad, pero te deja a dos cuadras… Según un sabio amigo comenta. Así que aquí estoy con un poco roto el ánimo más no el alma.
Ayer también escuchaba que en el cerebro se van quedando las marcas de todos los impactos que recibimos y, como siempre sucede, las vivencias negativas se quedan más marcadas y nos predisponen alimentando la negatividad y el temor. Pero que si tu haces ciertas cosas, el cerebro no se impacta tanto. Hay sucesos más difíciles de superar que otros, sin duda algunos requieren ayuda profesional y hay que acercarse a un experto.
Pero, si tu estas pasando por un cierre de ciclo laboral y te quedaste sin chamba permíteme darte los siguientes consejos:
- Siempre ten un Plan B: No pongas todo tu tiempo, salud y energía en un empleo. Y si lo haces ten una opción adicional como vender algo, poner algún talento como escribir, pintar, etc. a trabajar, comprar algo que puedas alquilar.
- Si hoy te quedaste sin chamba conserva el ritmo de trabajo que tenías. Es decir, levántate, haz tu cama para no tener la tentación de regresar a deprimirte, abre las ventanas, pon música, sal a caminar. En fin, mantente activo. Porque si haces lo contrario le darás espacio a todos los pensamientos de frustración que como mencione anteriormente te llevarán a la desesperación.
- Pide ayuda. Corre la voz de que eres agente libre y estás buscando una oportunidad. No hay nada vergonzoso en aceptar que necesitas ayuda.
- Actívate en el plano intelectual. Lee, infórmate, sigue aprendiendo.
- No guardes rencores. Recuerda que todo pasa para algo y que probablemente con el tiempo agradecerás a aquel que te afectó y que no entendiste la razón en su momento. Siempre hay una bendición disfrazada.
- Mantén proyectos nuevos, sueños y planes. La vida no acaba hasta que se acaba.
- Y por último recuerda que “Todo pasa”. Este mal momento también pasará y pronto estarás involucrado en un nuevo sueño que unido a la pasión y al trabajo constante seguramente te llevarán al éxito.
¡Te deseo todo el éxito en tu próxima meta!