A estas alturas de la vida, debes tener bien claro que, siempre y cuando sea consensuado, todo se vale. Y cuando decimos todo, nos referimos a TODO. El límite lo marca tu imaginación. Es por eso que hoy te traemos algo estupendo, el beso blanco.
Pues una de esas cosas que, quién sabe a quién se le ocurrió, pero que ha ganado popularidad en los últimos meses es el beso blanco o snowballing. ¿Has oído hablar de él?
Básicamente, el beso blanco consiste en hacerle un blow job a tu pareja, compañero sexual o amante en curso, y dejar que eyacule en tu boca. Pero…la parte clave es que no te tragas el semen, ni lo escupes, sino que besas al susodicho y le pasas el líquido a su boca.
Quienes saben de estos temas aseguran que el snowballing permite intercambiar el rol de dominante a pasivo que se tuvo durante el sexo oral; además de que suele ser bastante recurrente en las películas porno.
De hecho, el beso blanco forma parte de una práctica sexual llamada bukkake, en la que un grupo de hombres se turnan para eyacular en la boca de otra persona (hombre o mujer, da igual) y después intercambian besos. ¡Y sí, aunque no lo creas, muchos fantasean con hacerlo!
El caso es que el snowballing no es precisamente una práctica segura. Digamos que este tipo de intercambio de fluidos corporales puede exponerte a un montón de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), como:
- VIH/SIDA
- Sífilis
- Gonorrea
- Clamidia
- Hepatitis
- Virus del Papiloma Humano
- Herpes Genital
Por no hablar de hecho que elevas el riesgo de desarrollar cáncer de lengua, boca y garganta.
Recuerda que, aunque el sexo oral no puede causar embarazos, debe practicarse con preservativo ya que puede causar algún tipo de enfermedad de transmisión sexual. Si decides hacerlo sin la protección de látex, te recomendamos que lo hagas sólo con tu pareja.
¡No corras riesgos innecesarios!
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