Cómo hacer un enema de limpieza

Cómo hacer un enema

Las indicaciones de los enemas son sanitarias, antes de una intervención quirúrgica o para una prueba diagnóstica que necesite el colon limpio. Para que no te queden dudas, aquí te decimos qué es y cómo hacer un enema de limpieza.

Cómo hacer un enema

Qué es un enema

El enema de limpieza consiste en inyectar líquido por el ano para provocar una evacuación, sirven para limpiar el colon. Generalmente se introduce agua templada para facilitar la limpieza, a la vez que se desintoxican otras partes del cuerpo. A diferencia de los laxantes, los enemas no irritan el colon, pues no dañan la pared intestinal, no alteran su ritmo natural de acción y tampoco producen alteración de la flora intestinal.

Muchas enfermedades se relacionan con la intoxicación del colon y el hígado. El colon separa los nutrientes de los desechos, pero conforme pasa el tiempo las paredes del intestino grueso se recubren de materia fecal endurecida, lo que reduce su función y evita que se aprovechen mejor las dietas. Los enemas ayudan a restablecer los peristaltismos intestinales.

Cómo hacer un enema de limpieza

Utensilios

  • Necesitarás dos toallas grandes y viejas
  • Una cucharada de aceite orgánico de oliva, de almendra o de coco para usar como lubricante
  • 250 ml de agua destilada a temperatura corporal
  • Un kit para enemas limpio.

El kit para enemas lo puedes comprar en la farmacia.

Antes de empezar 

Encuentra un lugar cálido y cómodo, puede ser un baño. Busca un lugar para colocar o colgar tu bolsa o cubo de enema. Debe estar unos 60-90 centímetros arriba del suelo. Tu área de descanso debe estar cerca o dentro del baño. Es mejor estar muy cerca del baño para cuando necesites evacuar.

Cómo proceder con el enema

Llena el cubo o bolsa con agua destilada limpia y los suplementos adicionales. Sostén de inserción del tubo encima de la bañera o inodoro, abre la abrazadera y deja que el agua viaje por el tubo hasta que salga de forma constante, verifica que no hay aire en el tubo, cierra el tubo para retener el flujo.

Acuéstate sobre tu espalda, con tus rodillas hacia tu pecho, hasta donde te sientas cómodo(a), a veces es mejor recostarte de lado. Inserta la boquilla a 7 u 8 centímetros del año, hazlo poco a poco. Suelta la abrazadera para iniciar el flujo de agua, de preferencia lentamente. Mantén el líquido hasta que empiecen los movimientos peristálticos, siéntate en el excusado y evacúa.

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