Si bien nuestro lenguaje no verbal juega solamente una parte en el arte de proyectarnos como figuras de autoridad, su papel es importante, pues rige los estímulos visuales que enviamos a quienes nos rodean en una reunión ejecutiva o negociación. Debemos recordar que la vista es el más veloz de todos los sentidos e influye de manera determinante en nuestro juicio y percepción. También tengamos presente que nuestro lenguaje más antiguo y con el primero que aprendimos a comunicarnos desde los inicios de la raza humana, es el lenguaje no verbal, así que lo tenemos grabado a nivel celular y nos ayuda a tomar decisiones casi intuitivas e instintivas.
Por ello, qué te parece si te comparto algunas ideas que ayudan y que te resultarán tremendamente eficaces en tus interacciones personales si lo que buscas es transmitir autoridad:
1-. Utiliza el espacio a tu alrededor con seguridad y confianza, como si te perteneciera. A esto se le llama TERRITORIALIDAD. Es lo equivalente a lo que los perros hacen marcando el espacio que los rodea haciéndose pipí en cada esquina. ¡Pero espera! Antes de desabrocharte el cinturón lee con cuidado: ESO NO ES LO QUE ESPERO QUE TÚ HAGAS, ¡PIEDAD! Lo que sí espero que hagas y te recomiendo ampliamente es caminar con pasos largos y usar tus brazos con ademanes ilustrativos abiertos, grandes y determinados al hablar (ojo: adecúalos al contexto, no deberás ser tan grandilocuente si estás en una reunión con alguien a metro y medio de distancia, que si estás exponiendo en una presentación de negocios, no es lo mismo, ajústate).
Otra oportunidad para marcar territorialidad es al sentarte frente a una mesa. De manera respetuosa, empuja tu silla un poco para atrás y cruza las piernas para ocupar más espacio, abre el pecho y echa los hombros para atrás, levanta la barbilla y coloca tus herramientas de trabajo de forma espaciosa sobre la mesa. Como decimos en México: siéntate “a tus anchas”. No se trata de invadir el espacio del de al lado ni con tu cuerpo ni con tus cosas, pero sí ábrete lo más posible sin llegar a ser molesto. Esto envía el mensaje de: “éste es MI espacio y me siento CÓMODO en él”.
Si eres un orador y estás hablando frente a un público, muévete de manera deliberada sobre el escenario, abárcalo todo con confianza. ¡No de forma compulsiva sino controlada! Recuerda que cada movimiento expresa algo de ti, si no los haces de manera consciente, hablarán en tu contra.
2-. Las cualidades de la voz como el tono, las pausas, el volumen, la velocidad y la dicción, forman parte de nuestro lenguaje no verbal, se le llama IMAGEN VOCAL.
En este sentido, para transmitir autoridad, la recomendación es hablar menos y hacerlo lentamente, sin prisas, con la convicción de que lo que dices es esperado y bienvenido por todos los presentes. Ni ellos tienen prisa por que termines, ni tú tienes prisa por acabar de hablar. Modula tu voz alternando las distintas cualidades de la voz para no sonar plano. Utiliza pausas más largas.
3-. Combina tus pausas con una mirada fija y firme, ve a los ojos a todos los presentes. No necesitas hacer ojos de pistola ni tratar de imponer con tu mirada, el simple hecho de verlos directamente muestra que no tienes nada que ocultar, que te sientes seguro con lo que dices y que escuchas con extrema atención absorbiendo cada detalle de tu interlocutor.
4-. Asiente menos con la cabeza y gesticula lo menos posible. Si las personas no pueden leer tus emociones fácilmente, aparecerás un tanto misterioso; además, el hecho de no poder anticipar tus reacciones los descontrolará.
5-. En términos de vestimenta, ten en cuenta que la autoridad se proyecta a través de la ELEGANCIA. Esto es, prendas finas y discretas, nada de ostentaciones con logos y marcas demasiado expuestas y evidentes, eso vuelve corriente lo que traes puesto. Las telas suaves como la seda (en caso de las mujeres) o suéteres de algodón egipcio delgaditos (en caso de los hombres), expresan autoridad. Si eres hombre evita usar trajes brillosos o con rayas/cuadros demasiado gruesas y visibles; limítate a trajes completos color gris oxford o azul marino (de día) o negro (de noche), ya que los blazers o trajes claros, comunican mayor accesibilidad. Las texturas lisas, sin estampados, proyectan mayor autoridad. Los colores oscuros, principalmente el negro, si se portan con seguridad y presencia, te ayudarán, pero si los portas con timidez y desconfianza, te harán ver inseguro y proyectarás todo lo contrario.
El color rojo en pequeños detalles como una mascada o una corbata, jugarán a tu favor. Si eres mujer, utiliza un tacón de al menos 4 centímetros y, si traes falda o vestido y el zapato queda a la vista, evita tacones de más de 10 centímetros.
Si eres hombre, con traje debes utilizar zapatos de agujeta, con suela de piel y colores lisos. En cuanto a los accesorios, si eres hombre elije los de color negro, si eres mujer solamente cuida utilizar joyas finas y pequeñas, un maquillaje discreto que acentúe tos rasgos y oculte de forma sutil tus imperfecciones, evita un manicure con “nail art” o las uñas demasiado largas, y guarda para la próxima salida de antro esas medias de red o con estampado.
Por último, recuerda que la CONGRUENCIA es la llave maestra de la persuasión y el carisma, así que para proyectar autoridad, lo mejor es empezar por verdaderamente SER una figura de autoridad y eso, no viene con el puesto ni con el título ni apellido. La autoridad se gana con el respeto y la admiración de la gente que tienes a tu alrededor combinadas con una genuina intención de favorecer a quienes te rodean sirviéndote de tu poder e injerencia. ¿Quieres conocer la diferencia entre ser un jefe manipulador y un líder persuasivo? Checa este artículo y ponlo en práctica de volada para mantenerte en donde, con tanto esfuerzo, has ganado estar, y para seguir creciendo como la espuma.