Toda emoción/sensación tiene su sano lugar y su sana dosis, vivirlas de más nos hace daño vivirlas de menos también. La mayoría de las personas creemos en algún momento que las emociones que más tratamos de evitar son las que se sienten “feíto”, yo también creía eso. Sin embargo, también he notado en mis pacientes y en mí que las emociones que se sienten «bien» también generan resistencia.
Muchas personas me han preguntado ¿Por qué? Teorías sobran… pero como ya lo platicamos en otras columnas, saber algo no implica que cambie, así que prefiero no perderme en las teorías. Propongo ir probando cosas que funcionen para disfrutar.
Como siempre le digo a mis pacientes, yo no les pido que hagan nada que yo no haya hecho o esté dispuesto a hacer, en esto del disfrute no es la excepción. Como muchas personas, hace tiempo perdí el camino del disfrute, siendo del todo honesto aun lo pierdo a veces.
Gracias a que he perdido ese camino, he podido encontrar 3 sencillos tips que me han servido y a mis pacientes para cultivar la sensación de disfrute:
1.- Prueba: Muchas veces no nos damos cuenta que hemos cambiando y seguimos haciendo las cosas que antes disfrutábamos; quizá ya no disfrutes irte de fiesta de jueves a domingo hasta las 5 de la mañana, tal vez hoy baste con un día a la semana. Existe la posibilidad contraria: mi hermano odiaba las comedias románticas, después de muchos años se dio chance de ver una y descubrió que hoy las disfruta bastante.
Somos seres en constante cambio, hacer un alto y revisar, hoy, que es lo que me gusta y que es lo que no me gusta da una gran luz hacia donde avanzar
2.- Acción: yo he hecho el alto mil veces y he revisado qué disfruto, en donde la puerca tuerce el rabo. Es en tener la constancia de hacerlo. Sé que disfruto las visitas en mi casa y atenderlos bien, y muchas veces pasan meses sin que invite a nadie. Recuerda que se vale pedir apoyo, a veces mi novia o algún amigo me recuerda que he dejado de hacer las cosas que disfruto. También puedes agendarlo, o quizá inscribirte a algún curso para sentirte “obligado” a hacer eso que disfrutas.
3.- Sé paciente contigo: aprender a disfrutar es algo que a veces toma tiempo, yo llevo 2 años trabajándolo y aunque desde los primeros momentos vi pequeños frutos, a dos años de paciencia y constancia estoy muy contento con todo lo que logro disfrutar hoy, procura no regañarte cuando descubras que no estas disfrutando y si te cachas regañándote, se suave contigo, a muchos nos enseñaron a base de regaños.
4.- Atención plena: últimamente se ha puesto de moda un concepto llamado mindfullness o atención plena es la capacidad de estar en el momento presente, existen muchos ejercicios para llevarlo a cabo, te recomiendo que te des un tiempo para comer algo que sabes que te gusta, antes de comerlo cierra un momento los ojos y respira, cuando abra los ojos observa el platillo y nota qué sientes al verlo, probablemente salives y tu cuerpo se comience a preparar para disfrutarlo, date un momento para olerlo y observa qué se siente: lentamente observa y huele tu comida favorita, si puedes tocarla,observa cómo se siente su textura en tus manos. Lentamente llévala a la boca y siente como suelta su sabor, como su textura cambia a medida que la masticas lentamente. De esta manera vas a descubrir que los disfrutas más y comes menos, la comida además de la necesidad de alimentación también cubre necesidad de disfrute.
Te invito a que aproveches estas fechas para notar qué disfrutas. Una buena tarea es notar todo lo que has aprendido y crecido en el año, no importa si fue un año bueno o malo, siempre existen aprendizajes y tenerlos claros nos sirve para no cometer los mismos errores el próximo año.
Te deseo un pleno 2016 y si quieres saber cómo ser paciente y amoroso contigo para poder cumplir tus metas no te pierdas mi siguiente columna.