Ya hemos hablado en diferentes ocasiones sobre lo fundamental que es generar tu estado interno propicio antes de presentarte en esa cita importante, de manera que puedas transmitir confianza y seguridad sin tener que actuarla. Si no has leído al respecto, puedes hacerlo aquí:
Sonríe como si fuera en serio http://ideasqueayudan.com/sonrie-como-si-fuera-en-serio/
Posturas de poder http://ideasqueayudan.com/posturas-poder-pamela-jean/
Ahora, es momento de que te revele otra clave para lograr ser más persuasivo.
¡Genera el estado interno propicio de la persona a quien quieres convencer!
Entonces, si tienes una cita con tu jefe o con un cliente, incluso con tu pareja, con la intención de persuadirlo de algo y te enteraste que está de mal humor porque justo unas horas antes recibió una mala noticia o tiene un día demasiado complicado, entonces tienes varias opciones:
- Si lo consideras prudente y existe esa posibilidad, cambia de día la reunión. El timing es importante, y ese no es un buen momento para pedirle algo.
- Si de plano no puedes moverla, entonces opta por ser breve, evita llegar hablando de algo que lo pueda sulfurar o agobiar más. Si es necesario, toca el tema de manera empática y después cambia la conversación. Antes de entrar al tema principal del que vas a hablarle, desactiva su estado negativo con alguna artimaña como las siguientes:
- Habla de algo que sabes que le gusta, permítele ahondar en el tema y regocijarse con él.
- Si existe la confianza o hay alguna fotografía en su oficina, pregúntale por sus hijos (aún no conozco a nadie que no se ponga un poquito más feliz cuando habla de ellos). Sé siempre prudente, que no sienta que lo estás acosando.
- Si tiene algún trofeo, pregunta sobre cómo lo ganó. Muestra verdadero interés. Hay gente que me ha preguntado en los cursos: “¿y si no quisiera hablar de eso?” Mi respuesta es: “si no quisiera hablar de ello, no lo tendría ahí, a la vista de todos. Si está ahí es porque quiere que lo noten, dale el gusto.
- Si ves en su oficina una foto de tu cliente en unas vacaciones, coméntale que estabas pensando ir a ese lugar pronto y pídele algunas recomendaciones, que te cuente cómo se la pasó (si la tiene ahí es porque tiene recuerdos positivos asociados a ella).
- Si no encuentras nada que te permita hacer alguna referencia, puedes plantearle algún problema o duda que tengas, reconoce su trayectoria y experiencia (sin adular por favor, habla de algo que en verdad admires, recuerda que el ser humano huele la falsedad) y pídele algún consejo. Cuando alguien nos pide un consejo, nos hace sentir importantes, capaces y reconocidos, eso mejora nuestro estado de ánimo.
- Esuchar con atención e interés a esa persona si de pronto se suelta hablando contigo sobre “algo”, es una manera de ganarte su voluntad a través de la reciprocidad. Su mente pensará: “él/ella me esuchó con interés, ahora me toca a mí hacerlo”. La mayoría de la gente se rige consciente o inconscientemente por esta ley de la vida. Aprovéchala a favor de ambos.
- El sentido del humor creativo, usado de manera inteligente y prudente, puede ser también un gran aliado para romper el hielo y ganarte su disposición. Si no conoces a esa persona, entonces sé cauteloso, no queremos que corras el riesgo de que piense que no lo tomas en serio o que te estás burlando. Di no al sarcasmo ni humor negro en estos casos, a menos de que sepas que esa persona simpatiza particularmente con ese tipo de humor.
Recuerda, prudencia y sutileza ante todo.
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