Cuando se habla de check up de salud mental, Que ganas de poder enviar a los pacientes a un gabinete y solicitarle una serie fija de estudios de sangre, neurofisiología, neuroimagen, e incluso, de genética; para poder contar con toda la información digerida, clara y concisa, sobre el diagnóstico del que es portador mi paciente, e incluso, con los señalamientos sobre que esquemas de manejo serán los más exitosos a utilizar para recuperar la salud.
Tampoco quiero quedarme con el lado pesimista de la historia. Los avances han sido muchos, el resto de las ciencias médicas escalaron en tecnología de forma exponencial en la segunda mitad del siglo pasado, y es que en el inicio de este siglo las neurociencias han tomado la delantera. Sólo quiero ser claro, no tenemos todavía un resultado inequívoco que nos de un diagnóstico único, los neuropsiquiatras tenemos que convertirnos en artesanos que hacemos la suma de la historia clínica, de todos los datos biográficos, de variables metabólicas y generales de inflamación del organismo, de los resultados de una resonancia magnética con espectroscopia y conectomas, un mapeo cerebral con medición de ondas específicas de respuesta neurológica y el reporte de farmacogenómica que nos indica el metabolismo que tenemos a cada medicamento y como ser lo más atinado posible con la selección del diagnóstico y la elección del tratamiento.
Ojala tengamos pronto una estructura general de un check up de salud mental, pero cada día estamos más cerca.
Dr. Edilberto Peña de León