Frecuentemente los familiares de alguien que está pasando por una dificultad de salud mental nos pregunta a los médicos que estamos a cargo del paciente sobre ¿Cuál es la mejor forma de poder ayudarlo a salir adelante de esta enfermedad?
Los consejos son fáciles de mencionar, pero difíciles de cumplir y de mantenerse con la suficiente congruencia para hacerlo de forma eficiente:
- Comportarse de forma lo más normal posible, si es mi hijo pedirle que cumpla con sus obligaciones de casa, si es mi pareja permitirle que siga haciendo sus labores de todos los días, no cambiar las rutinas cotidianas.
- Estar ahí “on demand” para lo que se requiera de un familiar, dejar claro que queremos cooperar para la mejoría de nuestro ser querido, pero solicitando que esto sea a través de la transmisión exacta y asertiva del mensaje de ayuda y de cómo llevarlo a cabo.
- Tener claro el conocimiento de que estas enfermedades afectan el comportamiento, emociones y funcionamiento intelectual de los afectados, por lo tanto, no es una ausencia de ganas sobre salir adelante, sino, muchas veces, las dificultades de funcionamiento son producto de los mismos síntomas de la enfermedad.
- Por el punto anterior es muy probable que los pacientes no sean los mas cumplidos con las instrucciones de su tratamiento, es por eso que, en ocasiones, se le pedirá a la red de apoyo que cooperen con el cumplimiento del esquema de medicamentos o de las sesiones de psicoterapia del paciente.
- Es muy probable que conforme el paciente afectado se sienta mejor, sea más efectiva y proactiva la necesidad de apoyo para la persona enferma. Al estarse recuperando de la patología de salud mental es más probable que se requiere de los demás para sentirse mejor.
Por lo tanto, la fórmula es fácil y complicad a la vez… hay que estar ahí, dispuestos a ayudar, pero sin quererle leer el pensamiento y adelantarlos a las necesidades de los pacientes con depresión o ansiedad.