Esta es una de las dudas que más pululan en la cabeza de los individuos cuando están en la edad adulta y comienzan a ver a sus padres y mayores presentan estos diagnósticos, del tipo de la Enfermedad de Alzheimer o la de Parkinson.
Me gusta responder de forma contundente dos cosas:
- La edad ideal para evitar la aparición de estos padecimientos tan temidos es a partir de los treinta años. Lamentablemente lo que se logre cambiar de factores de riesgo cuando ya se tienen el diagnóstico en la edad de adulto mayor, es muy poco y con muy leve impacto.
- Hay que pensar que estos problemas son enfermedades del cerebro y conceptualizar al cerebro como un órgano más del cuerpo. En consecuencia, hay que cuidar al cerebro cuidando su salud física, su aporte de nutrientes, su mejor metabolismo y menores sustancias de desecho, buenas condiciones vasculares y exponerlo a la menor cantidad de eventos dañinos y traumáticos.
Entendiendo todos estos razonamientos es que las mejores recomendaciones tienen que ser las mismas que las que todo mundo ya tienen conocidas del cuidado cardiovascular. Hay que evitar el sedentarismo, realizar ejercicio de intensidad moderada 3-4 veces por semana, una dieta lo más parecida a la dieta mediterránea con lo menos de alimentos procesados, un sueño reparador de más de 6 horas por día, así como evitar el consumo desordenado de alcohol y prohibido el tabaquismo. Hay que cuidar igualmente todas las variables de lo que se conoce como síndrome metabólico: colesterol menor a 200 mg/dl, triglicéridos menores a 200 mg/dl, glucosa menor a 100 mg/dl, ácido úrico menor a 6 mg/dl y presión arterial menor a 135/85 mm de Hg.
Moraleja, hay que tener salud general para mantener la salud neuropsiquiátrica.