Un bajón emocional no debe ser sinónimo de fracaso, pues aunque no tengamos ganas de hacer nada, es importante seguir adelante con acciones de éxito, por eso aquí te dejo una serie de tips que te ayudarán a saber cómo motivarse a sí mismo y salir de un bajón emocional.
En estos días un amigo muy querido pasó por algo a lo que todos estamos expuestos, el famoso bajón emocional. Después de algunos días de verlo ausente y muy ensimismado, al fin me compartió que no se había estado sintiendo bien anímicamente hablando. Había dejado de hacer ejercicio, se estaba aislando de las personas que quería y había cortado la comunicación con una chica con la que había estado teniendo ondita antes de la pandemia. Al principio me sentí enojado con él, pero luego entendí que no contábamos con los mismos recursos emocionales. Déjenme explicarme con claridad…
Yo había estado apoyándolo descargando una app para ejercitarnos juntos, pero cada quien desde su casa, había estado viendo videos para emprender y ayudarnos mutuamente a generar un negocio y eran dos acciones que no pretendía hacer con la disciplina, pero por él lo estaba haciendo y con todo y eso, él abandonó. Antes de decir algo hiriente me puse en su lugar y decidí compartirle una de las herramientas que a mí me han sacado adelante en esa situación: Aún cuando no tengo ganas de hacer las cosas, las hago.
Cómo motivarse a sí mismo
Vive tus emociones
Es importante que cuando estemos pasando por una situación así, no neguemos lo que estamos sintiendo, sino que aprendamos a vivirlo. Si queremos llorar, lloremos, o si queremos quedarnos acostados en la cama escuchando rolas tristes, lo hagamos, pero lo importante es que sólo sea por un momento. No podemos quedarnos todo el día atrapados en esas acciones.
Haz las cosas aún sin ganas
¿Recuerdas la famosa frase «si lo vas a hacer de malas, mejor no lo hagas»? Pues aquí no aplica. Si ya llevas una hora recostado en tu cama y ya lloraste, ahora párate, lávate los dientes, tiende tu cama, métete a bañar y ponte guapo o guapa. No importa que no tengas ganas de hacerlo, hazlo. Si tu metas es bajar de peso, vete a correr al menos una hora en ese día, aún sin ganas. Y tal vez cuando termines, te sientas mejor, tal vez no, tal vez pasen 15 días antes de sentirte un poquito mejor, pero habrán sido 15 días en los que corriste y cuando te mires al espejo y te veas menos cachetón o te pruebes esos jeans que no te quedaban y ahora te ajustan mejor, te aseguro que en ese momento, sí o sí, vas a comenzar a sentirte bien.
Yo mismo a veces leo libros sin ganas de hacerlo, escribo sin ganas de hacerlo, grabo sin ganas de hacerlo y hasta convivo sin ganas de hacerlo, pero generalmente me encuentro mucho mejor al terminar de hacer esas tareas.
Si tú admiras por su éxito a alguien en este mundo, te aseguro que esa persona también se bajonea, y aún así, encuentra la forma de motivarse y salir adelante, o incluso, hace las cosas aunque no quiera hacerlas, porque son acciones de éxito.
Que tu éxito no dependa de tu estado de ánimo.
Ejercita tus emociones
Ahora que ya estás escribiendo la tesis aún sin tener ganas de escribirla o te comenzaste a ejercitar aún sin ganas. La siguiente tarea es igual de importante. Pon en forma tu inteligencia emocional.
Diario, aunque sea una por 10 o 15 minutos al día, ejercita tus emociones. Llama a una persona que siempre te ha apoyado y dale las gracias. Haz una videollamada con tu mamá y cuéntale un recuerdo bonito que tienen juntos. Mándale un mensaje lindo a tus hermanos o amigos. Escríbele a tu crush. Lo que sea, pero que te haga entrar en contacto con tus emociones y crear lazos con las personas que te quieren.
Es importante que no tengas expectativas sobre lo que vas a compartir, porque muchas veces esperamos que nos respondan igual de lindo, pero no siempre es así. A veces hasta preguntan si estás borracho.
Estos ejercicios tratan de fortalecer tu inteligencia emocional y es igual que en el gimnasio, tal vez al principio no puedas cargar mucho peso, pero con el tiempo puedes ir subiendo poco a poco el peso y ponerte en forma. Nadie llega el primer día al GYM a querer cargar igual que los que ya llevan ahí 5 o 10 años. Se consciente de que estás empezando desde abajo.
Ahora sí, espero te sirvan estos consejos, tanto como a mí y a mi amigo. Que por cierto, ya comenzó a ejercitarse de nuevo, a nivel físico y emocional, y hasta le habló a su crush… Resultó que ella también se moría de ganas por platicar con él.
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