Esta semana fue definitivamente, una en la que revisé a una buena cantidad de pacientes que estaban debutando con padecimientos de la salud mental. Una pregunta recurrente era el origen y mecanismo por el cual se desarrollo su patología. En esta participación quiero explicar el modelo general por el que se presenta una patología emocional, conductual o de la cognición.
- Se nace con una susceptibilidad para presentar una enfermedad en el cerebro. Los índices ya de por sí altos de patologías de la salud mental, se incrementan en los casos de contar con familiares en primer grado portadores de las mismas. Incluso, sabemos que tener a un pariente con trastorno bipolar, nos confiere un aumento en la probabilidad de heredar el mismo desorden, esquizofrenia o depresión. Números similares se presentan en los trastornos de ansiedad y en los problemas en la personalidad.
- Es básico cumplir con un neurodesarrollo sin grandes complicaciones. Si hay problemas infecciosos relevantes en el útero materno, problemas al nacimiento, traumas de cabeza o infecciones neurológicas en los primeros años de vida, se modifica el acomodo de las neuronas en la corteza cerebral y su diferenciación. Igualmente, el presentar traumas psicológicos serios, físicos o sexuales en la niñez, confieren un riesgo mayor de patologías en la edad adulta.
- Los eventos adversos de la vida nos confrontan con un “almacén” de neurotransmisores correctamente ordenados en nuestro cerebro. Si estos acontecimientos llegan al “límite” de nuestro equilibrio bioquímico, es cuando se desencadena el proceso de enfermedad y debutamos con depresión, ansiedad, trastorno bipolar o esquizofrenia.
Por lo tanto, hay que ser claros, el modelo de los desórdenes del afecto, la conducta y la cognición, es un modelo multifactorial, donde no podemos obtener un solo culpable de enfermarnos. Y hay otra conclusión relevante, cuando ya se declaró la patología, no sirve de mucho conocer que fue lo que la causa, lo verdaderamente importante es recuperar la estabilidad lo más pronto posible para evitar el daño cerebral que se manifiesta como problemas neurodegenerativos.