Tener una adicción es muy difícil tanto para la persona adicta –aunque no lo parezca y todo el día se vea feliz porque está bajo los efectos de su droga-, y también para quienes lo rodean y más para su pareja. Esta se pregunta como lo puede ayudar y que posición debe tomar ante tal situación, lo mejor es tener la iniciativa de ayudarlo, pero lo malo es cuando tomas la adicción de tu pareja.
Comúnmente son la familia y su pareja quienes luchan para que el adicto pueda dejar su adicción, intentan pláticas, terapias, hospitalización, medicamentos y hasta chantajes, el típico «si lo vuelves hacer te dejo”, “quiero que te vayas de la casa”, “eres un egoísta” y más. Pero a veces todo esfuerzo termina por claudicar y te vuelves parte del problema.
Es entonces cuando te vuelves codependiente, –lo cuál quiere decir que es una adicción a un adicto-, de la misma forma en la que tu pareja pierde el control de su vida por su adicción, el codependiente o sea tu, pierdes tu vida por el intento de cubrir, controlar y corregirlo, pero se vuelve peor cuando te deja de importar y te vuelves un adicto como él.
Cuando tomas la adicción de tu pareja es porque perdiste toda voluntad y esperanza de sacarlo de su adicción, o como se dice coloquialmente o por lo menos en mi barrio, te rajas o avientas la toalla.
Ahora su relación se basa en la adicción de los dos, ya no son una pareja dulce, cariñosa y con ganas de comerse al mundo que eran hace años. Ahora están robando dinero, haciendo trampas, perdiendo trabajos, no pagando lo que deben, el sexo no existe y simplemente parecen desinteresados.
Y esto pasa porque tu pareja te fue jalando hacia un lado oscuro poco a poco, debido a tu cansancio a tu sufrimiento por ayudarlo a salir a delante, caíste en la misma trampa que él o ella. Que más puede pasar pensarás, mejor, tomas las mismas drogas que él y te olvidas de todos tus problemas.
Entonces te rindes y tu relación se convierte en escombros desolados donde predominan el miedo, la vergüenza, el dolor y la tristeza ¡ah! y no pueden faltar las drogas. Renuncias y a pesar del gran dolor que sientes no eres capaz de abandonar a tu pareja, no solo porque él tiene las drogas que ya tú necesitas, ahora hasta tienes deseos de venganza y te ocasionan agresividad, pero la diriges en contra de ti mismo.
Cuando tomas la adicción de tu pareja se destruye todo sentimiento real de ayuda que quieras tener y solo hay sentimientos y acciones de autodestrucción. Durante su viajesote y debraye psicotrópico se pueden imaginar que están juntos en un paraíso de amor donde son realmente felices, pero lo realidad es otra. Sea lo que sea las drogas no son ni serán la respuesta.
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