Los mexicanos prestamos poca importancia a los hábitos de higiene, sobre todo cuando viajamos de casa al trabajo o del trabajo a casa. En ocasiones solamente nos alarmamos cuando nos enfermamos o en épocas de crisis, por ejemplo durante la epidemia de la influenza AH1N1 en el año 2009, por todos lados se veían las campañas que invitaban a la población a tomar medidas de higiene, el personal del Sistema de Transporte Colectivo, el metrobús y otros medios de transporte público tenían intensas jornadas de limpieza y muchas personas llevaban consigo gel antibacterial.
Después de la tormenta viene la calma y la falta de prudencia, la gente volvió a estornudar sobre sus manos y a tomar el tubo del metro con las manos sucias, se dejó de usar el gel antibacterial y de lavarse las manos, en fin, se dejaron a un lado las precauciones sanitarias.
A mediados del 2016 Metasub, un proyecto de científicos españoles desarrolló un estudio en el que se recopilan muestras para crear una cartografía de microbiomas de los principales sistemas de transporte colectivo de 54 ciudades, entre ellas Nueva York, Hong Kong, París y la Ciudad de México. La intención es recopilar información que puede ser útil para mejorar la calidad de vida de estas ciudades. Los científicos creen que en los metros de estas ciudades se congrega la mayor parte de los habitantes.
La mejor solución: Lavarse las manos
La cantidad de bacterias que hay en el cuerpo humano está en una proporción de 1 a 10 respecto a cada célula de nuestro cuerpo, conforme pasa el tiempo la humanidad se ha adaptado a ellas. Estas bacterias propagan infecciones y esto ocurre cuando tocas tu boca o tu nariz cuando no te has lavado las manos, así las bacterias se extienden a tu organismo. Algunos especialistas han llegado a comentar que en los tubos del metro podría haber incluso heces fecales, pero aún no hay ningún estudio que lo compruebe.
Para evitar una enfermedad, la mejor solución será que te laves las manos inmediatamente después de usar el transporte público, es decir, al llegar a tu trabajo o al llegar a casa.
La razón por la que nunca deberías quedarte dormida en el metro, aquí.
Un comentario incómodo en el metro de la Ciudad de México, aquí.
Qué hacer cuando ves un accidente en el metro, en este link.