Si sueles sentarte con las piernas cruzadas, esta información va a cambiar tu vida. Sabemos que esta postura suele considerarse elegante, estética y hasta sensual, pero nunca imaginarás el daño que le estás causando a tu cuerpo.
Para que te des una idea del daño que te estás causando, aquí te dejamos una lista de los efectos secundarios de sentarte de esa manera:
- Parálisis. Al mantener una misma postura durante mucho tiempo se presenta la llamada parálisis del nervio peroneo, con la que se pierde sensibilidad y movimiento en el pie o pierna. Aunque esto puede ocurrir con cualquier posición, la principal causa es sentarse con las piernas cruzadas.
- Presión. Diversos estudios han demostrado que permanecer sentada con las piernas cruzadas aumenta la presión sanguínea. Esto puede deberse a dos causas principales: al poner una rodilla sobre otra se envía más sangre al corazón, obligándolo a aumentar su ritmo de bombeo; o a que al mantener una misma postura de tensión, aumenta la resistencia de la sangre que pasa por los vasos.
- Cadera. Al sentarte con las piernas cruzadas puedes hacer que la articulación de tu cadera se salga del eje, y provoca que el muslo se desplace ligeramente.
- Várices. Seguramente lo has escuchado antes, pero debemos decirte que a sentarte con las piernas cruzadas favoreces la aparición de várices. Esto se debe a que, al poner una pierna sobre otra, presionas los vasos sanguíneos y las válvulas que evitan que la sangre fluya en la dirección equivocada.
- Columna. Un estudio reciente concluyó que quienes se sientan con las piernas cruzadas, más de tres horas al día, tienden a encorvarse, afectando la columna vertebral, los músculos de la espalda y las piernas.
Sabemos que te costará un poco de trabajo dejar de sentarte de esta manera, pero es importante que lo hagas para evitar problemas de salud a corto y largo plazo.