En principio, cumple todas las características de una depresión común, la persona se encuentra triste y melancólica durante las fiestas navideñas, tiene una visión negativa de lo que la rodea y cualquier actividad le resultará complicada de llevar a cabo. Esto chocará bastante con el espíritu que rodea a estas fiestas y por supuesto la persona se sentirá completamente fuera de lugar.
Factores principales de la depresión en Navidad
Los factores principales que llevan a estas personas a sentirse así, pueden ser los siguientes:
– Recuerdos de seres queridos, personas que han muerto o que se encuentran lejos con los cuales no se puede compartir estas vivencias. Se echa de menos a esta persona y se recuerda con nostalgia los momentos navideños vividos con ella, puesto que no pueden repetirse, el pensamiento será negativo hacia esa situación y la persona afectada no tendrá ganas de fiesta.
– Al mismo tiempo aparecen recuerdos de acontecimientos pasados vividos en estas fiestas o a lo largo del año que fueron negativos y que ahora salen a relucir para demostrar lo mal que lo hemos pasado o lo desdichados que hemos sido. Es una forma de rememorar el pasado pero que solo sirve para ensuciar el presente.
– Las personas que se encuentra lejos de casa, viviendo o trabajando en otras ciudades y que no tienen la posibilidad de volver a casa en estas fechas pueden desarrollar este trastorno, sobre todo porque pensarán en lo solos o lejos que están y no aprovecharán lo que les brinda su nueva ciudad para pasar las fiestas.
– A menudo también puede suceder que nos dejemos llevar por la publicidad y por el espíritu navideño que tratan de vendernos por todas partes. La idea de felicidad que aparece en los medios de comunicación no tiene nada que ver con la realidad que viven muchas familias con problemas, ya sean económicos, personales, laborales, de pareja, etc. Si caemos en la trampa de compararnos con lo que nos venden habremos caído en un pozo sin salida, por supuesto que no nos parecemos para nada a lo que dicen los anuncios, pero ten en cuenta que cada uno vive la navidad a su manera y que ninguna forma es mejor que la otra.
La falta de recursos económicos es una gran traba en estas fechas. El hecho de no poder comprar regalos a los niños o de no poder hacer una buena cena ayudará a la persona negativa a refugiarse en sus pensamientos y a autocriticarse por su mal hacer.
Si te sientes así o te ha pasado algo para que te sientas deprimid@, actúa antes de que esto empeore, en ocasiones estas fechas pueden significar solo el principio de una depresión mayor, mientras más pronto se trate, menos daños causará; si decides no hacer nada al respecto las posibilidades de que empeore son altas. Cómo con cualquier otra enfermedad, mientras más rápido actúes contra ella es más sencillo poder sobreponerse, si dejas que pase el tiempo la depresión toma fuerza y se convierte en una enfermedad mucho más fuerte y complicada para salir de ella, por tanto, mientras más rápido te trates, mejor. Hoy día existen alternativas al tratamiento clásico de la depresión, alternativas que son más económicas (a largo plazo), muy poco invasivas, eficaces y serias. En pocas palabras lo que tratamos de decirte es que no dejes que la depresión cobre fuerza y te aplaste, si te das cuenta (si te identificas con lo anterior) contraataca lo más pronto posible y verás que te recuperarás pronto y te sentirás mucho mejor. Así podrás disfrutar no sólo de las fiestas decembrinas, sino, de tu vida en general.
Dr. Edilberto Peña de León