Estamos muy acostumbrados a oír y hablar de la depresión posparto, pero ¿Qué pasa con los nuevos padres varones? ¿Ellos se pueden deprimir?
De ninguna manera quiero que este suene a competencias de “sufrimientos” pero quiero plantearles varios elementos que pueden cooperar a la presentación de depresión en los padres:
- Nuevas demandas financieras en casa: biberones, leches especiales, ropa y ni se hable de los famosos pañales.
- Grandes exigencias físicas: hay que cooperar a las labores en casa partiendo desde un muy muy mal sueño.
- Cuidados especiales: el padre tiene en casa a un nuevo bebé completamente indefenso, una madre en recuperación de las labores del parto o cesárea y muchas veces a la familia de visita y a algún otro hijo que también requiere atención.
- Incertidumbre por el futuro: el nacimiento y suma de un nuevo miembro a la familia obligadamente echa a andar las fantasías de lo que va a pasar con esa nueva disposición de la familia.
- Definición rol de la paternidad: siempre, siempre, siempre existen las dudas de cómo se va a desempeñar uno como padre y de que no hay un “manual” de cómo hacerlo bien.
Pero probablemente el factor que más pese en la presentación de sintomatología depresiva en estos varones nuevos padres sea el que del nacimiento hasta los 9 ó 10 meses de edad del bebé, él va estar completamente excluido del binomio madre-hijo. Dentro del desarrollo normal del bebé y de la madre es supernecesario que se de este período en el que el resto del mundo no existe, incluido el padre. Las únicas palabras que sirven de consuelo son… que esta etapa pasa.
Como en muchos de los temas que comentamos en estas participaciones es muy importante mencionar que si estos síntomas de depresión son de tal intensidad que afecten mi funcionamiento cotidiano es momento de irse a dar una vuelta con un experto en salud mental para revisar como están las cosas.