Si ya de por sí, el pueblo de México nos encontrábamos con dos fuertes factores emocionales que habían golpeado nuestros afectos, la cruda post electoral y la eliminación de la selección nacional. Hoy nos enfrentamos a la emoción máxima de la final de Mundial del futbol, pero amanecemos hoy con la resaca post mundial de ya no tener más partidos de esta importancia hasta dentro de cuatro años. Y es que en realidad no importa si en todos estos eventos ganaron nuestros favoritos (tuvimos un candidato con 53% de las intenciones de voto, la selección llegó a octavos de final y ganó Francia que era el fuerte en las apuestas), cuando vivimos situaciones de vida largamente esperadas, con mucha expectativa por lo que representan y donde la polarización de los bandos es tan marcada; se presenta un gran desgaste emocional, una enorme inversión de emociones, que inexorablemente se van a ver frustradas por la finalización de estos períodos extraordinarios.
Contamos con estos tres ejemplos para revisar que pasa el día y los días después. Eliminan a la selección y ya no volvemos a sentir la misma emoción esperando y viendo los partidos del mundial. Se termina la elección presidencial y disminuye sensiblemente la discusión en redes sociales, en cafés y con familia y amigos de que debe de ser lo que más le conviene al país para los siguientes seis años, y vemos como progresivamente el candor electoral va disminuyendo conforme pasan los días, seguimos menos las noticias y se cambia la agenda de los medios de comunicación. Ayer se termina el mundial de futbol y ya nuestras mañanas dejaron de contar con el respiro eventual para ir a ver un partido y el lugar común para tener una charla casual con los desconocidos acerca de sus favoritos para los siguientes juegos.
A esto es a lo que banalmente se les llama DEPRESIÓN POST….., complete la línea punteada con el evento increíble de la vida que usted guste y mande (boda, carrera profesional, nacimiento de un hijo, etc). Sólo conviene recordar que nuestros mecanimos de defensa deben de irse trabajando día con día para que nuestra vida sea más rica y llena de elementos que sólo esperar sentados a que las cosas “chingonas” lleguen… hay que trabajar todos los días para ir a buscarlas.