Enfrentarse al mundo no es fácil. Cada día está lleno de triunfos y fracasos, de aciertos y errores y hasta de ilusiones y desengaños. De ahí la importancia que sepamos manejar y desarrollar nuestra inteligencia emocional, pero ¿cómo enseñar algo que ni nosotros mismos comprendemos? Aquí la respuesta:
Como padre, tu obligación es ayudar a tus hijos a desarrollar lo que se conoce como inteligencia emocional. En tus manos está que tus pequeños aprendan a expresar y canalizar correctamente sus sentimientos, así como a enfrentar situaciones difíciles en el día a día.
Qué es la inteligencia emocional
Es la capacidad para identificar las emociones, entenderlas y por supuesto manejarlas correctamente. Su finalidad es facilitar la manera en la que nos relacionamos con los demás, con las personas que queremos y nos quieren, pero principalmente con nosotros mismos.
Por muy fatalista que suene, si omites esta parte en la educación de tus hijos, estarás contribuyendo a que en un futuro no sepan lidiar con la frustración y sean infelices.
Para desarrollar la inteligencia emocional de tus pequeños, debes ayudarles a que trabajen en su autoestima, sus habilidades sociales y el manejo de la frustración. También es importante que aprendan a ser asertivos y empáticos con los demás.
Aspectos básicos que tienes que abordar en el desarrollo de la inteligencia emocional:
- Emociones. Lo primero que debes hacer es enseñarles a identificar tanto sus emociones como las de los demás. Ayúdales a expresar, canalizar y regular sus sentimientos. Es de vital importancia que sepan qué les está pasando emocionalmente y qué está provocando esa reacción. Te recomendamos que les expliques que existen sentimientos negativos y le digas cuáles son.
- Comunicación. Durante todo el proceso será importante que mantengas un canal abierto de comunicación. Tus hijos deben ser capaces de decirte qué están sintiendo o cómo les fue ese día en la escuela.
- Ejemplo. Recuerda que eres el modelo a seguir de tus hijos. Si quieres que ellos hablen abiertamente de sus sentimientos y acepten las consecuencias de sus actos y palabras, debes comenzar por hacerlo tú.
- Decisiones. Es necesario que tus pequeños aprendan a tomar sus propias decisiones. Esto los ayudará a desarrollar su autonomía y confianza. Puedes comenzar con cosas pequeñas dejando que elijan la ropa que usarán en el día o los zapatos que se quieren poner.
- Empatía. Así como aprendieron a identificar sus emociones, tus hijos deben ser conscientes de los sentimientos de los demás. Preguntas como “¿qué crees que sintió tu hermana cuando le dijiste eso” o ¿qué sentirías si tu amigo se hubiera portado así contigo” son básicas en esta etapa.
- Fracasos. Como tus hijos no estarán exentos de fallar en el futuro es importante que les enseñes a seguir adelante. Haz hincapié en que todos nos equivocamos, pero que lo importante es aprender de ese fracaso y seguir luchando. Para dejar claro tu punto puedes recurrir a competencias escolares o su vida académica.
- Logros. Al igual que en el punto anterior, debes mostrarles a tus hijos cuál es la forma correcta de actuar ante el éxito, pero sobre todo debes ayudarlos a identificar el camino correcto para alcanzar sus objetivos. Recuerda que el fin no justifica los medios.
Recuerda que la inteligencia emocional se forma poco a poco, por lo que debes ser paciente y nunca debes presionar a los pequeños para que actúen como tú quieres. El tiempo te demostrará que su felicidad bien vale el tiempo y esfuerzo invertidos.
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