En estos últimos 20 meses del mundo, probablemente como nunca en la historia moderna, la medicina ha sido parte de la voz cantante en cuanto a la toma de decisiones e intervenciones para seres humanos de este planeta. No solamente se trata de los médicos que están y estuvieron en la primera línea de atención de los que desafortunadamente han enfermado con la COVID-19. Todas, todas, todas las especialidades galénicas han tenido que modificarse, flexibilizarse y transformase para poder dar respuesta a la necesidad de las personas, mantenerse y recuperar la salud. Conforme el tiempo avanzaba se volvía más relevante explorar mecanismos para poder dar seguimiento a patologías que no podían ponerse en pausa con el confinamiento, tumores cancerosos, esclerosis múltiple, Enfermedad de Parkinson, demencias; bueno, no perdamos de vista los problemas metabólicos, como la diabetes mellitus o la hipertensión arterial; los pacientes requerían seguir teniendo atención, las complicaciones también eran potencialmente fatales. El mundo se detuvo en una parte, pero los accidentes, las atenciones de urgencias, los infartos cerebrales y los eventos vasculares cerebrales buscaban espacios para ser atendidos. Ahí estuvo el gremio médico dando la cara para resolver estas dificultades.
En los últimos meses ha sido ya patente una de las siguientes consecuencias de la pandemia, la epidemia de problemas de salud mental. Los incrementos en trastornos del sueño, depresión, ansiedad, suicidios, adicciones y violencia intrafamiliar han sido tan visibles, palpables y evidentes para todos que sería innecesario poner estadísticas en esta participación. Los expertos globales en salud calculan que la recuperación en la incidencia de problemas de salud mental volverá a las cifras conocidas hasta después de 8 a 10 años.
Así que, si en este pasado 23 de octubre, en el día del médico 2021, no te tomaste un segundo para pensar, recordar y agradecer (aunque sea en silencio dentro de nuestras cabezas) a la labor de tus médicos en estos últimos 20 meses, nunca es tarde para hacerlo.