Este pasado 2 de abril se cumplió un año más de esta conmemoración a nivel mundial. El primer punto relevante que comentar al respecto del autismo, es que ya no se le conoce simplemente así. Como las características que presentan los pacientes con esta enfermedad son tan variadas y estas pueden producir una gran cantidad de cuadros clínicos es que se tomó la decisión de cambiar su nomenclatura y llamarlos Trastornos del Espectro Autista (TEA).
Los datos más importantes de estas patologías los enumeramos a continuación:
- Los TEA son relativamente frecuentes, afectan 1 de cada 115 niños nacidos vivos. Los síntomas, aunque sea de forma vaga se presentan prácticamente desde el primer año de vida y el diagnóstico debería de hacerse de forma ideal antes de los 3 años de edad para comenzar a hacer todas las labores de rehabilitación necesarias para su mejor desarrollo.
- Se les considera trastornos de la organización y madurez neuronal, aunque hasta la fecha se desconocen las causas que lo originan. Lo que sí hay que decir alto y fuerte, las vacunas no están relacionadas a la génesis de los TEA.
- Son cuatro las principales patologías que se engloban en los TEA: el trastorno autista, el síndrome de Asperger, el trastorno desintegrativo infantil y el trastorno generalizado del desarrollo.
- Los síntomas más característicos vienen en el área de la comunicación y los órganos de los sentidos (como no comenzar conversaciones de forma espontánea, no hacen contacto visual y no siguen con la mirada los objetos), hipersensibilidad sensorial, intolerancia al cambio de rutinas, apego exagerado a objetos, no hacen amigos y no muestran empatía, no toleran el contacto físico y pueden repetir movimientos corporales.
- No hay un tratamiento específico. Se hace terapia modificada del lenguaje, terapia ocupacional, fisioterapia y en ocasiones farmacoterapia para modular la hipersensibilidad sensorial y los arranques de conductas inapropiadas.
El abordaje más actual en los TEA consiste en identificar sus áreas de mejor potencial y no las de sus carencias. De esta forma hay que fomentar sus mejores habilidades y hacer que estas son su medio de desarrollo y de contacto con el mundo de forma recompensante y satisfactoria.
Dr. Edilberto Peña de León