Como cada año el 15 de marzo se conmemora el Día Mundial del Sueño, en esta ocasión con el lema “Sueño Saludable, Envejecimiento Saludable”, con la finalidad de recalcar la importancia y los datos relevantes que involucran un sueño adecuado con el mejor funcionamiento posible de un adulto mayor.
A continuación, vamos a mencionar los 7 datos más relevantes que enmarcan esta relación:
- El sueño es un proceso que además de servir para el restablecimiento de la energía y el metabolismo físico, se encarga de un claro proceso de consolidación de las memorias de corto plazo en las de más larga duración.
- Los patrones de sueño intermedios (6-8 hrs) y largos (9-12 hrs) cuentan un mejor perfil de sobrevida que los cortos (menos de 5 hrs).
- Los períodos de privación de sueño aguda (ejemplo me desvelo para estudiar para el examen), presentan un deterioro significativo en la memoria de trabajo, sobre todo en adultos jóvenes.
- Las siestas tipo “power nap” (de alrededor de 25 minutos de duración), son muy buenas para restablecer la energía a la mitad del día, sobre todo en los adultos de edades medias.
- El Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño, o sea roncar, es el trastorno del sueño más prevalente, y el más fácil de detectar y tratar.
- Los adultos mayores que ya presentan evidencias de deterioro intelectual son los que presentan más incidencias de trastornos del dormir.
- En el mismo sentido, el 40% de los pacientes portadores de Enfermedad de Alzheimer tienen trastornos en el proceso del sueño. Esto se basa en que el mal dormir, incrementa los depósitos de la proteína beta amiloide en el cerebro, el principal factor promotor de esta enfermedad.
Así, que este viernes 15 de marzo, con la proximidad del equinoccio de primavera y el cambio al horario de verano, no dejemos de recordar una frase sencilla: a mejor sueño, mejor envejecimiento.