Es un hecho que, durante el embarazo, debes extremar precauciones y prestar mayor atención a las señales que te envía tu organismo. Sobre todo, porque durante esos meses puedes desarrollar enfermedades que no hubieras imaginado, como diabetes.
Sabiduría que ayuda
De acuerdo con la Asociación Americana de Diabetes, la diabetes gestacional tiene una prevalencia de 9.2%. Lo que implica que 9 de cada 100 embarazadas tienen problemas con sus niveles de glucosa en la sangre.
Lo que más llama la atención es que, antes del embarazo, estas mujeres no presentaban ningún problema similar y que, al dar a luz, la condición parece desaparecer.
Hasta ahora, no se ha podido identificar qué causa la diabetes gestacional, pero los especialistas creen que puede estar relacionada con las hormonas de la placenta. ¿Por qué? Suponen que éstas bloquean la acción de la insulina en el cuerpo de la madre, elevando sus niveles en el organismo, sin que en realidad éste la pueda emplear para convertir la glucosa en energía.
¿El resultado? La glucosa se acumula en la sangre afectando el funcionamiento del cuerpo y el desarrollo del bebé.
Por lo general, la diabetes gestacional puede controlarse con dieta y ejercicio, aunque en casos más severos es necesario administrar insulina a la madre.
Dado que esta condición no se presenta desde el inicio del embarazo, es importante realizarse los estudios necesarios, entre las semanas 24 y 28 de gestación, para detectar y atacar el problema antes de que afecte al bebé.
Toma en cuenta que, cuando los niveles de glucosa en la sangre de la mamá no están bien controlados, el bebé puede crecer demasiado e impedir que nazca por parto natural, pues podría ocasionar un desgarre a la madre y lesionar los nervios del pequeño por la presión que se ejercería sobre sus hombros. En estos casos, es mejor realizar una cesárea.
Sin embargo, el mayor riesgo que se corre cuando se tiene diabetes gestacional es presentar preclamsia, o sea presión arterial alta. En estos casos, tanto la madre como el bebé pueden resultar afectados, pues existe la posibilidad de aborto o nacimiento prematuro; además de convulsiones o accidentes cerebrovasculares durante el nacimiento del bebé.
Para disminuir los riesgos es importante tomar las siguientes medidas:
- Come alimentos saludables. Olvídate de los antojos descontrolados y apégate a la dieta que te proporcione el nutriólogo.
- Haz ejercicio con regularidad. Estar embarazada no es una discapacidad, así que, a menos que el médico diga lo contrario, realiza diariamente 30 minutos de actividad física moderada.
- Mide tus niveles de glucosa en sangre. Deberás aprender a medir tus niveles de glucosa con la frecuencia que el médico indique. Seguramente tendrás que invertir en un glucómetro, pero no te preocupes, en el mercado hay algunos a precios accesibles.
- Insulina. Si el médico considera que debes aplicarte insulina para controlar tu diabetes, es importante que no olvides cumplir con los horarios establecidos.
Después de dar a luz, entre la sexta y doceava semana de vida de tu pequeño, deberás volverte a realizar análisis para determinar si la diabetes desapareció. Aunque en la mayoría de los casos es así, en muchos otros las mujeres deben aprender a vivir con la enfermedad.
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