Los problemas de sueño se vuelven más comunes a medida que envejecemos, aunque hay otros factores que afectan tu sueño, como el tabaquismo, la diabetes o la enfermedad cardiaca. Tener problemas con el sueño no es normal a ninguna edad, tampoco es normal quedarse dormido a cada rato. Aquí te decimos por qué dormimos menos al envejecer.
No es cierto de que los mayores necesitan dormir menos que los jóvenes, no lo creas, sin embargo los mayores ya se han retirado (de las actividades laborales) y no tendrán problemas en dormir una larga siesta durante la tarde. Investigaciones recientes sugieren que el cuerpo está diseñado para dormir una siesta diaria, pero esto es más fácil cuando alguien está jubilado y no debe cumplir un horario rígido de trabajo. Si tienes la oportunidad de dormir una siesta, aprovecha para hacerlo.
SABIDURÍA QUE AYUDA: Las personas mayores tienen menos estado de sueño profundo y se despiertan en la noche con más frecuencia. Diversos estudios sugieren que muchas personas mayores de 60 años tienen breves despertares casi 150 veces por noche, los adultos jóvenes tienen cerca de cinco despertares breves nocturnos, pero no los recuerdan a la mañana siguiente. Los mayores de 65 años se despiertan y levantan al menos una vez en la noche. Los fármacos que ayudan a dormir son la mayor preocupación de los especialistas, pues estudios recientes señalan que los medicamentos son peligrosos y pueden empeorar los problemas de sueño.
A medida que envejeces eres más propenso a desarrollar enfermedades crónicas que pueden interferir con tu buena calidad del sueño, como es el caso del asma y otras enfermedades respiratorias, padecimientos cardíacos, artritis, artrosis, además de dolor, fiebre y tos con frecuencia, todo eso te provoca insomnio, por otra parte los medicamentos para tratar estas enfermedades también interrumpen tu sueño.
Qué hacer si dormimos menos al envejecer
1.- Habla con tu médico. Cuéntale sobre tus problemas de sueño, te realizará un ajuste de los medicamentos para mejorar tu descanso, presta atención a tus hábitos y trata de mantenerte relajado, si el médico te lo indica ingiere una píldora para dormir.
2.- No consumas drogas. Deja de beber bebidas alcohólicas (sobre todo en la noche), tabaco (la nicotina es una droga estimulante que provoca insomnio) y otras drogas. No consumas cafeína durante la noche.
3.- Mantente positivo. Trata de mantener el buen humor durante el día. Haz ejercicio durante el día. Al dormir no repases los problemas que te aquejan. Si perteneces a una religión, cuenta tus problemas a Dios, si no eres creyente deja los problemas para el siguiente día y olvídate de todo al dormir. Leer 15 minutos antes de dormir ayuda a alcanzar el sueño.
4.- Respeta horarios y mantente activo. Come siempre a tus horas, duerme y levántate siempre a la misma hora, aun durante los fines de semana, relájate antes de dormir, toma una ducha caliente y cena ligeramente. La encuesta Gallup, realizada en Estados Unidos en 1988 encontró que los jubilados que trabajan medio día llevan una vida activa y tienen menos problemas de sueño que los que permanecen en sus casas sin hacer nada.
5.- Siesta a la misma hora. Trata de dormir siempre a la misma hora durante el día, eso hará que tu cuerpo se acostumbre.
6.- Ordena tus cosas. Si ya estás jubilado, mantén tus actividades ordenadas, desayuna, almuerza y realiza tus tareas a la misma hora.
7.- Consulta a tu médico. No pretendas creer que es algo normal no poder dormir, si tienes problemas para dormir consúltalo con tu médico.ç
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