Educar a tus hijos es una de las tareas más complicadas que puede tener un padre. No solo porque está lidiando con una persona que está en formación y que al igual que tú tiene sus propios intereses ¿es buena idea educar a tus hijos con amenazas? ¡Vamos a descubrirlo!
Como todo en la vida para llegar a tomar alguna decisión se necesita de negociación. Recuerda que tú eres el adulto y debes de tomar las cosas con calma.
No tienes por qué enojarte por que tu chavito no te hace caso, ellos están en una etapa de rebeldía, en donde lo contreras están a flor de piel. Si no quiere apagar el videojuego a las 9:00p.m perfecto, opta por negociar, no amenazar.
Educar a tus hijos con amenazas ¿funciona?
Se ha creído desde tiempos muy remotos, desde que tu abuelita era niña, que los castigos funcionaban para algo. Te tenemos una sorpresa no funcionan para absolutamente nada; lo único que logran es intimidar a los morritos, para librarse de recibir el sermón de la vida o una dosis de amenazas. En lugar de aprender a madurar, se vuelven expertos en manipular y en ir tomándote poco a poco la medida.
Conforme vaya creciendo el que antes era un niño ira volviéndose rebelde poco a poco, será un pequeño manipulador e inconscientemente desarrollará actitudes de frustración, coraje, hacia los adultos o la autoridad que lo repriman ¿la razón? no lo dejan hacer lo que sea su voluntad, siempre debe de seguir las reglas y eso le choca.
¿Entonces qué debo hacer?
Para empezar debes de renunciar a la idea de que tú tienes que educar a tu nene. Lo que realmente necesitas aprender es acompañarlo, ayudarlo a tomar decisiones, a tener prioridades que le van a servir tanto en su presente como en su futuro.
Algunos tips
- No te enganches. Si la primera sensación que despierta en ti es enojo o frustración ¡respira!
- Si tu hijo está enojado, trata de ser empático y no atacar de inmediato
- Nunca trates de arreglar algo cuando alguna de las dos partes esté enojadas. Arréglenlo cuando estén tranquilos. Le estarás enseñando que el enojo es una responsabilidad e cada uno y no tienen por qué desquitarse el uno con el otro.
Trata de negociar en todo momento, no impongas reglas, escucha sus razones, sus motivos y verás como poco a poco su relación ira mejorando. Educar a tus hijos con amenazas, no funciona ¡bye amenazas, hola diálogo! 🙂
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