A los pocos días de comenzar la relación con mi novia tuvimos una discusión que fue subiendo de tono hasta que los dos nos quedamos callados. Después de unos 5 o 10 minutos en silencio, ella más clamada me dijo “con tal ex novio aprendí que existen algunas discusiones que no vale la pena tener” yo morí de la risa y le dije “mi ex me enseño lo mismo”.
Es cierto que muchas veces tenemos discusiones que hacen mucho daño a una relación y no aportan nada. Más de una vez mis pacientes me platican como dejaron de hablar con alguien y cuando les pregunto por qué la mayoría de las veces no recuerdan porque o pueden ver el día de hoy que el tema no era tan importante como creían en ese entonces.
Tengo un grupo de amigos relativamente nuevos y como en toda relación estamos en ese proceso de acomodarnos y conocer al otro. La semana pasada tuvimos un pleito entre casi todos los miembros del grupo, honestamente yo pensaba dejarlo pasar pero mi novia saco el tema y pude darme cuenta que éste es uno de esos pleitos que si no se hablan y resuelven el grupo se irá poco a poco alejando.
Entonces ¿pelearse o no pelearse? como todo en la vida el arte consiste en saber qué pelear y cuándo. No digo que descubrirlo sea fácil, no digo que siempre de un buen resultado pero existen esos temas que si no los peleas es seguro que la relación poco a poco ira terminando.
El primer punto es preguntarte que batallas vale la pena librar, quizá si sólo estas buscando “tener razón” o para que el otro vea lo inteligente que soy, es probable que no sea una pelea tan importante. Pero si en cambio el pleito tiene que ver con algo que es realmente una herida para ti o un tema muy importante, entonces ya sabes que esa batalla vale la pena librarla.
Con librar una batalla no me refiero a ir y destrozar al otro ni a pelear con uñas y dientes hasta que te den lo que quieres. Me refiero a buscar decenas de diferentes maneras hasta que encuentres una en la que la otra persona logre entender lo que necesitas y que lejos de ser un berrinche es una necesidad real para ti.
Esta semana me gustaría dejarte de tarea que voltees a ver tu interactuar con la gente. ¿Cuántos de tus pleitos son por algo vital para ti? ¿Cuántos simplemente son tu necesidad de que se haga tu voluntad? Si observas lo suficiente puedes descubrir que quizá muchas de las peleas que tienes ni siquiera son por malos entendidos. También me gustaría dejarte de tarea que los que descubras que son vitales, comiences a buscar maneras distintas de que las personas los noten.