Una vez un maestro mío me dijo que lo importante es seguir avanzando, no importa la velocidad. Muchas veces cuando nos damos cuanta de algo queremos solucionarlo al instante, muchas veces por miedo u otras porque creemos que si damos una cámara rápida para llegar a la meta lo vamos a sentir menos pesado (Yo también he creído esto muchas veces). La realidad es que le damos poca importancia a el arte de dar pasos tranquilos y seguros hacia nuestra meta. En el caso del proceso temporal es interesante como, por ejemplo, alguien se da cuenta de que tiene tema con no saber qué tipo de relación de pareja quiere tener, y entonces lo siguiente es que se pone a buscar cual tipo de relación encajaría más con él, en vez de darse el tiempo de hacerse una pregunta más básica que seria, ¿para qué quiero una relación de pareja?
El año pasado fui a Europa por primera vez, fue muy interesante como sin quererlo mi mujer y yo planemos un viaje muy relajado en el que estuvimos en pocas ciudades pero varios días, en Roma por ejemplo fuimos varias veces a la plaza hispánica y nos sentamos en las escaleras a observar a la gente pasar. Esto fue muy agradable, incluso nos toco ver unas fotos de una pareja recién casada, los cuales estaban guapísimos, y me atreví a tomar un par de fotos del show que se traían en la toma de fotos. Esta calma de solo estar muchas veces se nos olvida en el afán de avanzar y no dar tiempo a que las cosas ocurran.
En ese sentido la paciencia es algo que sirve mucho para lograr tus objetivos, muchas veces esperar a que ocurra algo es justo el siguiente paso para seguir avanzando. Como cuando cocinas y esperas a que la comida se prepare, hay un momento en el que solo es esperar a que este. Sin hacer nada. Tu ya hiciste todo lo que tenias que hacer y ahora es trabajo del calor, el vapor y el tiempo de terminar lo que tu empezaste.
Sin embargo, esta misma forma de procesar en la parte emocional muchas veces no confiamos en ella. Es como si creyéramos que tenemos el control de cuanto va a durar un proceso emocional. La realidad es que la gran mayoría de las veces, solo porque no me gusta usar la palabra siempre, las emociones tienen su propio ritmo y lo único que podemos hacer es sentarnos a mirarlas pasar y aprender a disfrutar el panorama lo mejor que podamos.
La paciencia en al área emocional es un arte, a nadie le gusta estar triste, o que te duela algo del pasado, simplemente no se siente bonito, sin embargo de esas cosas aprendes creces y te conviertes en una mejor versión de ti, sin esos procesos, el aprendizaje no se consolida y la vida solo sería un montón de repeticiones de la historia anterior en la que estuviste inmerso, es por estos procesos emocionales que aprendemos a crecer y seguir adelante, ver lo que nos gusta y elegir lo mejor para nosotros.
Aquí te dejo algunos tips para que vayas aprendiendo a ser paciente:
1.- Practica alguna disciplina que requiera paciencia, como hacer bonzai, cocinar o pintar.
2.- Cuando tengas alguna emoción que no te guste, nota que haces para no sentirla y aprende a buscar mirarte con curiosidad para aprender a conocerte.
3.- Duda de lo que sabes y de lo que eres y obsérvate en cada contexto, esto ayudara a que crezca tu resiliencia a la sensación de no saber y asi lograr tomar decisiones diferentes para ti.
Espero te sirvan estos tips. Nos leeremos pronto.