Nunca falta el adolescente/adulto joven que viene al consultorio con la pregunta de los 64 millones… ¿Cómo le hago para elegir una carrera?
Vamos a enumerar los factores que deben de influir en esta decisión:
- De acuerdo a mis capacidades: a todos nos han expuesto a los exámenes de aptitudes que se hacen en la preparatoria, donde después de contestar una serie de preguntas hipotéticas resulta que nos dicen que nos debemos de dedicar a cosas que seguro ni nos habíamos cuestionado previamente. Hay que comentar que estos exámenes lo que tratan de mapear es los rasgos predominantes de nuestra personalidad y ver como estos se pueden ajustar a los que se requieren en determinada profesión, por ejemplo: rasgos obsesivos en los contadores e ingenieros, rasgos narcisistas y obsesivos en los médicos, rasgos paranoides y narcisistas en los abogados, etc. Así como medir el coeficiente intelectual y las funciones ejecutivas de mi lóbulo frontal que hacen que yo pueda aprovechar al máximo todas mis potencialidades. Por lo tanto… hay que hacerles algo de caso.
- Experiencia de vida y familiar: seguro han observado que existen familias de actores, médicos, abogados, ingenieros, escritores, poetas, deportistas, etc. Los procesos de identificación con las figuras de admiración (nuestros padres), hacen que se incluya inevitablemente, la profesión dentro de la admiración y del crecimiento que incluye ser adulto. A esto hay que sumarle que, creciendo en un ambiente de cierta profesión, las condiciones para que se me facilite el realizarla son mejores que carecer de las mismas.
- El tercero y más importante… el gusto personal. Siempre la recomendación final: “hagan lo que les llame más la atención”. Nadie puede cuestionar el poder que la perseverancia nos puede dar para lograr un objetivo, incluso en contra de mis potencialidades y del apoyo del medio ambiente y de la familia.
Como postdata hay que agregar que siempre se vale hacer ensayo y error y corregir el camino, es mucho más frecuente de lo que pensamos el hecho de decidir parar una carrera y cambiar de profesión, o es más, el hecho de que habiendo estudiado algo terminamos dedicándonos a otra cosa gracias al poder de adaptarnos a las situaciones que nos va presentando la vida.