A propósito del tema de salud mental de la semana, el suicidio de una alumna de licenciatura en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), hay que hacer un par de reflexiones:
La primera es sobre la responsabilidad de la institución en cuanto a que su sistema académico coloque a los estudiantes en posición susceptible para presentar ideación suicida, para lo cual no cuento con una opinión, ya que es algo que tiene que evaluar la misma universidad dentro de sus procesos de control interno de calidad.
La segunda y de relevancia para esta participación, es el hecho de que este tipo de organismos pueden y deben de contar con mecanismos y procesos hechos y comprobados para tener acceso a atención a la salud mental en caso de que, a juicio de la misma persona, así lo requieran.
A continuación, vamos a puntualizar los datos más relevantes al respecto:
- Acudir al psiquiatra no es algo de “locos”: la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que alrededor del 20% de la población mundial requerirá de atención a su salud mental a lo largo de su vida. Esto es 1/5 parte de los habitantes del planeta, todos conocemos a alguien que lo haya necesitado… si no conocemos
- El psiquiatra tiene preparación de médico: todos los psiquiatras son profesionistas que requieren de estudiar 6 años de medicina y 4 de psiquiatría, en el caso de que no hayan persistido en más postgrados, como subespecialidades médicas o de psicoterapia. Expertos en relación médico paciente, tipos de terapias y en psicofarmacología, representa una de las especialidades más complejas y preparadas del mundo médico.
- En el país habemos un poco más de 4,000 psiquiatras: por lo tanto es imposible que toda la atención de salud mental la demos estos especialistas. Se han hecho incontables campañas de educación médica continúa para que los médicos generales, internistas, otras especialidades médicas, así como psicólogos y psicoterapeutas puedan cumplir perfectamente el trabajo de primera línea de evaluación, diagnóstico y manejo de las enfermedades neuropsiquiátricas. Lo importante es hacer uso de todos estos recursos que tenemos a la mano.
- Acudir al psiquiatra no significa forzosamente el uso de psicofármacos: después de un adecuado diagnóstico hay varias opciones de manejo en el ámbito psiquiátrico. Estas incluyen mas de 30 tipos de psicoterapias, el uso de dispositivos médicos y los ya citados, psicofármacos. Hacer uso de los mismos, no debe de ser motivo de segregación y estigma, son más fáciles de comprar que un antibiótico y mucho menos adictivos que muchas sustancias que usamos todos los días, incluidos la mayoría de los analgésicos comunes.
- Ir al psiquiatra es para siempre: una gran cantidad de los padecimientos de este campo solamente requieren de una muy buena evaluación y del mejor uso de los tratamientos para poder mejorar en relativamente un corto período de tiempo. Dar de alta a un paciente cada día es lo más común de la consulta y son más raros los casos de consultas crónicas.
Así es, que la moraleja de esta semana, es disminuir el estigma y acudir a revisión en caso de que la persona lo necesite, sin pena y sin vergüenza, con gran asertividad y tratando de hacerlo en el momento justo.
Dr. Edilberto Peña de León