¿Todo el estrés de nuestra vida es malo?
Estamos acostumbrados a oír tanto la palabra estrés en nuestra vida que resultaría raro el escuchar que incluso sufrir de estrés pudiera ser bueno.
El estrés es la respuesta que se le obliga a dar a nuestro organismo ante cualquier estímulo que se le imponga, sobre todo porque este tipo de estímulos nos obliga a tener un proceso de adaptación para superarlo. El mejor ejemplo de esto lo obtenemos pensando en el hombre prehistórico que escuchaba un ruido y sentía el temblor en el piso que producía un dinosaurio acercándose y que exigía a que su cuerpo reaccionara para emprender la huida: aumento en la frecuencia cardíaca, la presión arterial, se abren más los bronquios y las pupilas y los músculos se llenan de sangre. Entonces el estrés de trata de los estímulos del medio externo o interno que nos obligan a generar una respuesta en nuestro cuerpo y mente, adaptarnos, sobrevivir e incluso aprender y sacar ventaja de todo este proceso.
En psicología se considera que existen dos tipos de estrés:
- Eustrés: es aquel que se presenta cuando el individuo que interactúa con el factor estresante conserva una mente creativa y abierta y así prepara el cuerpo para una función óptima.
- Distrés: es cuando el factor estresante genera una sensación desagradable y tan molesta que me causa disfunción en mis actividades cotidianas.
Finalmente el mensaje es saber que el estrés es una condición necesaria en nuestro día a día para poder cumplir con los compromisos que tengo y para poder crecer, madurar y ser mejor persona. Saber que si afronto de forma adecuada este estrés estoy mejor preparado para todo lo que venga; y si no, probablemente sea bueno buscar ayuda para convertir el DISTRÉS en EUSTRÉS.
A continuación les enumero unos consejos útiles para afrontar el estrés:
- Usa una actitud positiva ante los eventos.
- Revisa tus hábitos diarios para que no te estorben para adaptarte.
- Haz actividad física.
- Busca Hobbies o actividades recreativas.
- No dejes de socializar.
- Favorece las actividades relajantes.
- Asume tu responsabilidad de las cosas malas que suceden.
- Se flexible en tus costumbres, muestra disposición a cambiar.
- Acepta que la realidad es una mezcla de cosas buenas y malas.
- Vive en el aquí y el ahora.
- Se consciente de que sufrirás frustraciones.
- Aprende a decir que no.