Realizar este diagnóstico podría ser símil de aquellas personas que se encuentran encerradas en su casa, tienen muchos gatos y espantan a los niños que piden dulces en Halloween… pues si pensaron esto están equivocados. A continuación, vamos a enumerar los puntos mas relevantes de la fobia social:
Hablemos de fobia social
- Como a todas las fobias que nos referimos dentro de la psiquiatría… se trata de un miedo irracional, que no podemos reconsiderar a través de pensamientos lógicos; y donde el miedo se centra principalmente en verme expuesto a situaciones donde puedo ser el foco de la atención de un grupo de personas.
- Así mismo, se acompaña de conductas repetitivas de evitación con respecto a las situaciones donde la persona se ve expuesta, para nada es algo que pueda controlarse con fuerza de voluntad; es superior a todas las fuerzas.
- Ejemplos de eventos de exposición son los siguientes: fiestas y reuniones sociales, comer, beber o estar en un restaurante en público, conocer nuevas personas, hablar en público o usar baños públicos.
- Se suelen acompañar estos episodios de ciertos síntomas físicos que empeoran el cuadro, como pueden ser: ruborizarse, náuseas, dificultad para hablar, se me quiebra la voz, llanto, sudoración profusa o temblores.
- Cuando es inevitable la situación y la vivencia es muy intensa no es nada raro que el paciente pueda desencadenar la experiencia más grave de los trastornos de ansiedad que es el ataque de pánico.
- El tratamiento base es la terapia cognitivo conductual que por medio de la desensibilización progresiva y de técnicas de enfoque de la ansiedad me re-educan a exponer a los eventos y a no reaccionar de forma exagerada y a tener mejores herramientas para manejar la angustia.
- En casos muy graves es necesario usar medicamentos abortivos para que la ansiedad no incremente a ataques de pánico y mejoradores de serotonina para evitar los pensamientos repetitivos alrededor de estas vivencias que pueden ser traumáticas.
Por lo tanto, creo que quedo claro, que estos diagnósticos no se curan “echándole ganas” sino acudiendo al profesional de la salud mental.
Dr. Edilberto Peña de León