Todo en la vida implica una decisión. Cada día debes elegir qué ropa usarás, cómo peinarás tu cabello o qué comerás. Aunque estos ejemplos son triviales, a lo largo de tu existencia también debes tomar decisiones que influirán directamente en tu futuro. Cómo en el ámbito laboral, en este debes aprender a tomar buenas decisiones y aquí te decimos como.
Sabiduría que ayuda: nos cuesta trabajo tomar decisiones al tener demasiadas opciones, temor al perder lo no elegido, dejar otra cosa que igual te gustaba, querer decidir solo lo correcto y lo perfecto, temor al qué dirán y pro el miedo a fracasar, es pro so que debes aprender a tomar buenas decisiones.
En algunas ocasiones nos cuesta trabajo decidir, y cuando por fin lo hacemos, no quedamos conformes con el resultado. Más de una persona se ha arrepentido de sus elecciones y desearían volver el tiempo atrás para cambiar su decisión.
Si eres de esas personas a las que les resulta imposible decidir entre azul y rojo, y necesitan consultar con otro antes de elegir, aquí te dejamos algunas ideas para aprender a tomar buenas decisiones.
Tomar buenas decisiones, 7 consejos que te cambiarán la vida
Aprende a escuchar a tu intuición
A pesar de que muchas personas prefieren tomarse su tiempo para decidir, las decisiones que se toman de forma intuitiva pueden resultar igual de buenas o mejores. De acuerdo con los investigadores Janine Willis y Alexander Todorov, de la Universidad de Princeton, tardamos una décima de segundo en formarnos un juicio sobre la persona que acabamos de conocer. Con el paso de tiempo, reafirmaremos esa primera impresión, antes de cambiar de opinión. Así que la próxima vez que estés indeciso, hazle caso a tu intuición, pues ésta suele acertar en la mayoría de los casos.
Comprende el alcance real de las consecuencias
Antes de decidir, la mayoría de las personas evalúa los escenarios futuros, las consecuencias que traería elegir una u otra opción; sin embargo, estos pronósticos son subjetivos. Ya sea para bien o para mal, las personas suelen exagerar los efectos de sus decisiones. Si te preocupan las consecuencias, lo mejor que puedes hacer es buscar a alguien que haya atravesado por la misma encrucijada y ver cómo resultaron las cosas para él o ella.
Déjate de comparaciones
Una cosa es informarte sobre gente que se enfrentó a una situación similar a la tuya, y otra compararte con ellos. Por mucho que creas que la comparación te incentiva, la realidad es que te hace estar menos satisfecho con tus decisiones y logros. Lo mejor es que te olvides de los demás y te enfoques en lo que te hace feliz y le da sentido a tu vida.
Deja de lamentarte y actúa
Si tomaste una mala decisión o las cosas no salieron como esperabas, lo peor que puedes hacer es lamentarte y aferrarte a la idea de lo que pudo haber sido. Lo mejor es adaptarte a tu nueva realidad y seguir adelante.
Responsabilízate de tus acciones
Así como no permites que nadie intervenga en tus decisiones, tampoco debes culpar a otras personas cuando las cosas salen mal. Responsabilízate de lo que decides para que puedas aprender y crecer a partir de tus errores. Ser responsable implica reconocer qué estás haciendo mal, disculparte con quienes repercutieron tus acciones, perdonarte y enmendar. Es un proceso de prueba y error que nunca termina.
Diviértete
A pesar de que tomar decisiones puede ser difícil, debes aprender a disfrutar el proceso. Decidir te ayudará a conocer más de ti mismo y a trabajar tu autoestima.
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