Es espantoso sentirse atascado, en este momento estoy en un estado muy diferente a como cuando escribo mis otras columnas, y eso en alguna parte de mi me hace creer que soy incapaz de crear una columna que conecte con los demás y al mismo tiempo mande un mensaje coherente e inteligente que haga ver algo novedoso e ingenioso en su vida, (porque aunque no lo crean muchas veces así de genial e importante me siento), y sin embargo siento que hoy les voy a entregar una versión menos interesante y al mismo tiempo un poco mas real, de mi mismo.
Y la sensación es que cuando empiecen a leer estas líneas dejaran la columna y mejor se irán a comer helado o hacer algo que les parezca mas placentero y productivo.
Sin embargo aquí me tienen, escribiéndoles desde mi consultorio en la del valle, hablando de lo fuerte que es para mí vivir en una incongruencia entre lo que digo que debería de hacer y lo que muchas veces hago.
Es interesante, muchas veces he vivido la sensación de mostrarme, de hablar de corazón y ver cómo desde ahí soy aceptado y amado, y sin embargo sigo con la esperanza absurda de que la siguiente vez que lo haga sea algo automático, fluido y sin dificultades, y sin embargo sigue siendo complicado, y por otro lado es como si una parte de mí no quisiera ser visto, y quisiera mostrarles la que yo pienso es mi mejor versión.
Es doloroso vivir esta incongruencia en mí, sobre todo cuando toda la gente que admiro ha mantenido sus ideales y los ha llevado al limite en pos de hacer una diferencia, es como si jugara chiquito, como si esperara alguna magia que me moviera o alguna señal divina para salir a darlo todo.
Por un lado está versión de mí que he ido creando con los años y que amo, siento que quiere comerse el mundo a bocados, pero al mismo tiempo centro tanto mi atención en mí que me olvido de los demás y sin quererlo lo atropello y los lastimo, y por el otro esta la versión de mi que quiere mostrarse y que sabe que lo que hay detrás de todo ese querer mostrar fuerte.
El resumen es: Sentirme vulnerable, que en mi caso en particular viene de mostrar una visión de mi que no es de una sola pieza, es mostrar que aunque digo y hago lo posible por seguir los preceptos que he visto me ayudan a mi y a la gente que he apoyado, en muchas ocasiones, no los sigo, prefiero seguir jugando chiquito y seguro en mi cueva.
Genuinamente me duele ver al mundo, y me duele sentir que tengo algo que aportar y no saber si lo voy a lograr. Últimamente he llegado a la conclusión de que lo mejor que puedo hacer es seguir probando formas de que ese mensaje llegue pero es duro porque mi forma sigue siendo incongruente y por lo tanto falla.
Y cuando dejo de centrar toda esa atención en mí y alzo la cabeza y miro a mi hermano, mis amigos, mi esposa, mis empleados, y veo que ellos me admiran mostrándome como soy, recuerdo la paz que da simplemente ser, con todo y la incongruencia de serlo, porque por más que nos disguste la idea en este mundo SOLO SE PUEDE AMAR LO IMPERFECTO.
¿A ti que tal te va con tu incongruencia en la vida?
¿Te pesa tanto como a mí?