En esta semana las redes se han inundado con las opiniones de casi todo mundo acerca de las intenciones presidenciales del rapero Kanye West, así como de sus desatinos en declaraciones y en estirones con su esposa, Kim Kardashian y su familia. Fue necesario que la misma Kim Kardashian tuviera que salir a declarar acerca de la salud mental de su esposo, anunciando que es portador de trastorno bipolar. Viajo al rancho donde está encerrado el cantante componiendo un nuevo disco y preparando los requisitos de registro de cada estado para su candidatura, para pedirle que se enfoque por ahora en estar bien y cerca de ella y de sus hijos.
Hay que ser claros que por eso que no todos los portadores de esta enfermedad van a querer ser presidentes o van a tener una exitosa carrera musical. Por eso, en 2013 se le cambio el enfoque de trastorno a espectro bipolar, para que nos acostumbráramos a la idea de que no existe una sola forma de padecer la enfermedad bipolar, hay una infinita combinación de síntomas que pueden expresarse al reunir los síntomas que sirven para diagnosticar un episodio de depresión, uno de manía (lo contrario de la depresión con una euforia e hiperactividad incansables), sus combinaciones, fluctuaciones y estados intercrisis. Por lo tanto, claro y fuerte, es imposible que exista una sola forma de presentar la bipolaridad.
Así mismo, hay que comentar que en los cuadros graves de depresión y de manía, los pacientes pueden presentar episodios psicóticos, donde se despegan de la realidad en cuanto al pensamiento, la percepción (con alucinaciones), y la conducta, por lo que es mandatorio internarlos un par de semanas en lo que logramos que recuperen el equilibrio.
Que sirva de nuevo el caso de un famoso para recordar la importancia de vigilar nuestra salud mental, de combatir el estigma contra las enfermedades del cerebro que son igual de reales que las del resto del cuerpo y que requieren de un manejo acertado por el especialista para mejorar la calidad de vida del que la padece y de los que lo rodean.