Recientemente leímos un artículo de El País, donde el escritor Javier Minas, hacía referencia a la maravillosa presencia de sus tías solteras durante su infancia, mismas que para el fueron un alivio, pues representaban una forma de confianza más desinteresada, con más tiempo y en su caso, con un sin fin de conocimientos para compartir.
Minas también contaba en su artículo sobre lo mal que eran vistas en sus tiempos las mujeres solteras o peor aún, las mujeres que estando casadas no tenían hijos y se le pobreteaba por no ser «merecedoras» de tal bendición.
Estigmas más, estigmas menos, siempre habrá alguien que quiera tomarse de la religión o de las condiciones que dicta la sociedad para tener éxito o ser feliz. Sin embargo es un hecho que ante la marejada de bodas y nacimientos siempre existe esa tía soltera, ¿conoces a alguien así? ¿tienes tías buena onda?
Ya no es como la pintan en las películas mexicanas de antes y vive la buena onda de sus experiencias, tiempo y aventuras sin pichicatearlo.
Si es casada o si tiene novio, comparte el amor de su pareja a través de las experiencias que vive con sus amigos, su trabajo y su mundo con su familia , donde sus sobrinos son uno de los más grandes amores de su vida.
Siempre encuentran temas en común para convivir con sus sobrinos charolastras y su espíritu es muy amoldable a la edad de éstos.
A pesar de que tengan días rudos, siempre se ven cool
Cuando tienen oportunidad de ver a sus sobrinastros, aprenden junto con ellos y, en movimiento de palabras o de visitas a museos, cines y parques, dejan huellas en la memoria que jamás se olvidan ¡Siempre te harán reír y muchas veces serán grandes cómplices!
Aunque… puede haber sus excepciones.
La buena onda de ser una tía soltera jamás se basará en los años de diferencia entre sus sobrinos y ella, ni en qué tantas veces se vean, en qué miles de cosas tenga por hacer o que cada quien ande en su onda; las pláticas, los juegos y la confianza que se vayan generando entorno, serán la excelente mancuerna para formar lazos inolvidables y la amistad más bonita del mundo.
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