Durante esta semana estuve lidiando con todas las fuerzas de mi sistema inmunológico contra una infección viral de vías aéreas. En realidad no fue un tema de “mocos” y estornudos descontrolados, sino más bien de tos seca que me afectaba sobre todo por las noches, no me dejaba dormir bien y me tenía afónico y super cansado en las consultas. Ya en otras participaciones hemos hablado de algunas enfermedades médicas que pueden influir en la presentación de enfermedades mentales. El mejor ejemplo de todos es el del hipotiroidismo, patología en la que los psiquiatras lo detectamos en el 30% de los casos, ya que uno de los primeros síntomas con los que se debuta es con un episodio depresivo.
Pero esta vez quisiera comentarles de cuando ya eres portador de un padecimiento neuropsiquiátrico y sufrir de otras enfermedades te puede empeorar. Para esquematizar este punto voy a tomar a la fibromialgia como enfermedad de base. Es una enfermedad neurológica donde se desrregula el centro controlador del dolor (tálamo) y la persona experimenta dolores generalizados y cansancio que no se mejoran con analgésicos, ni con unas vacaciones. Pero a pesar de que le demos el mejor manejo a un paciente: medicamentos, cambios en su estilo de vida, ejercicio y patrones de sueño aceptables; las cosas pueden empeorar. Si, como en esta época del año, baja la presión atmosférica y cae una tormenta; si pescan una infección viral de vías respiratorias o intestinal; o si sufren una caída con un traumatismo de buena intensidad; mi paciente se va a poner peor. En estos casos tenemos que considerar que hay situaciones que pueden romper el equilibrio de mi paciente y actuar rápido para evitar que este “empeoramiento” se consolide en una recaída. Hay que avisar rápido al médico para que pueda tomar las medidas necesarias y temporales que hagan que el mantenimiento de la enfermedad sea el adecuado.
Les dejo otro ejemplo de la consulta de esta semana: un paciente que ya va saliendo de un episodio depresivo severo que hace unos días lo despiden del trabajo… es esperable que tenga una reactivación de algunos síntomas, pero es un caso que hay que tenerlo en vigilancia.
La moraleja es que hay que ser prudentes y cuidadosos cuando eres portador de una enfermedad de la salud mental y estar al pendiente de que factores me pueden hacer sentir mal, y que si, son muy intensos y ya duraron varios días, tengo que comunicarme con mi médico.