Son muy diferentes de las esponjas tradicionales, son duras y cuidan mejor tu piel en el momento del baño. Además, son más duraderas, el precio de las esponjas sintéticas es mayor a las esponjas vegetales de baño, así que también cuidas tus bolsillos, pues no se rompen como las otras. Lo bueno y lo malo de las esponjas vegetales te los desglosamos en seguida.
Sabiduría que ayuda: las esponjas vegetales vienen de la luffa un genero con 7 especies de plantas con flores y se comen como vegetal en África y Asia. Después se descubrió y se popularizo su uso como exfoliante. Pero como todo, tiene sus pros y sus contras, ¿Qué te imaginas que es lo bueno y lo malo de las esponjas vegetales?
Un punto a su favor es que las esponjas naturales cuidan mejor tu cuerpo, pues con este material natural estimulas la circulación sanguínea, manteniendo tu cuerpo más sano y relajado, son ideales para exfoliar tu piel y evitan que los poros se te tapen, promoviendo una piel más limpia, esto te ayuda a prevenir y luchar contra la celulitis. en la actualidad muchos productos son hechos con esponja vegetal.
¿Cómo usarlas?
Aplica la esponja natural haciendo movimientos circulares sobre tu cuerpo, enjuaga y limpia después de su uso para que esté en buen estado para tu siguiente baño, lo ideal es que la dejes secar al sol o la enjuagues en cloro.
¿Es para todo tipo de piel?
Este tipo de esponjas naturales no son recomendables para pieles de niños ni en pieles dañadas, ni irritadas, en otras palabras, si tu piel es sensible mejor no uses este tipo de esponjas. Estas esponjas, en seco, son una buena ayuda para ti si deseas exfoliar tu piel, pero si tu piel es muy seca es preferible que las uses con agua y jabón. En ambos casos opta por movimientos circulares para conseguir un buen resultado. Enjuaga tu piel con agua caliente y cuando tu piel esté seca usa una crema, gel o aceite.
Estas esponjas tienen partes rugosas y no son uniformes, con lo que podrás aplicarlas en el baño o la ducha, logrando una exfoliación natural, sin un ingrediente extra.
Lo malo de las esponjas vegetales
No dejes tu esponja en la humedad, pues en ciertas condiciones las bacterias pueden crecer y desarrollarse en la esponja, por lo que en tu siguiente baño lo que estarás haciendo es esparcir las bacterias por todo tu cuerpo. Esta bacteria da lugar al Staphylococcus, capaz de producir numerosas infecciones.
Para evitar infecciones y ayudarte a una correcta limpieza, deja que la esponja se seque, evita guardarlas en espacios húmedos. Procura que fluya el aire en el baño, así la esponja se secará rápidamente. Lava la esponja con jabón y ponla a secar.
¿Cuándo cambiarla?
Cuando veas que tu esponja comienza a cambiar de color es momento de comprar una nueva, no te quedes con ellas mucho tiempo, procura renovar constantemente. Para desinfectarlas puedes meterlas al horno de microondas cuando estén húmedas por 20 segundos o sumergirlas en agua con cloro.
¿Cómo tallarse?
No te talles muy fuerte, algunos expertos recomiendan lavarse la piel sin tallarse, pues eliminan los aceites naturales e hidratantes que evitan que la piel se seque y agriete. Así que lo ideal es aplicar una fuerza moderada, de tal manera que no te lastimes.
Algo que muchos sabemos y recordamos con dolor es que cuando éramos niños a la hora del baño nos causaba cierto temor que nuestra mamá te empezara a tallar con esta esponja vegetal, hasta dejarte bien colorada la piel y no teníamos un sensación de limpieza ni de exfoliación sino de ardor.
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