Hace un tiempo, un laboratorio farmacéutico que produce un medicamento para disfunción eréctil comenzaba su comercial diciendo que uno de cada dos hombres mayores de 40 años va a presentar cuando menos un episodio de este problema en su vida… ¡Apabullante estadística!
Si hablamos de las causas las podríamos dividir rápidamente en dos grupos:
- Físicas: Éstas representan cerca del 20-25% de los casos. Lo más frecuente es que se deban a disminuciones en los niveles de testosterona, algunas producto de enfermedades endocrinológicas o también por la merma normal de la edad. Por otro lado, se cuentan a los problemas de los vasos sanguíneos de los cuerpos cavernosos del pene, que son los músculos que se llenan de sangre cuando se produce una erección. La circulación en estos vasos puede disminuir por alteraciones metabólicas en los niveles de glucosa, colesterol o triglicéridos en sangre.
- Psicológicas: hasta el 80% de los pacientes no tienen problemas físicos que ocasionen la disfunción eréctil, sino que son factores psicológicos que afectan su función sexual. Dentro de estos podemos mencionar a los problemas de pareja, la ansiedad de tener un buen desempeño sexual (que a veces juega en contra en lugar de a favor) y todos los demás factores estresantes de la vida cotidiana (trabajo, económicos, familia, etc.) que producen que el individuo se centre más en resolverlos que en disfrutar de una plena vida sexual.
Cuando se presente la disfunción en la mayoría de tus relaciones sexuales y de manera no selectiva con tus parejas sexuales (sí siempre tenemos que preguntar si el problema ocurre sólo con una pareja y no con otras en caso de existir) es momento de acudir a valoración, primero con un urólogo que será el encargado de revisar todas las causas físicas probables, y en caso de descartarlas es momento de recurrir al especialista en salud mental, para las causas psicológicas, o directamente al sexólogo.
La revolución del tratamiento con las “pastillitas azules”, que son el grupo de fármacos inhibidores de la fosfodiesterasa 5, es el poder producir una erección cuando el paciente y una adecuada estimulación lo requieran. Estos medicamentos logran que se abran y dilaten los vasos sanguíneos que ya mencionamos en los cuerpos cavernosos y que al llenarse de sangre se logra la erección. Muchas veces, sin importar la causa que lo produce, se ha convertido en buena idea el utilizarlos. Imagínense, si el problema es por causa psicológica pero durante un tiempo tengo yo la tranquilidad y la seguridad de que voy a lograr una erección, se me disminuye la ansiedad por el “fracaso viril” y comienzo a relajarme y a solucionar mi problema.
Lo importante, a final de cuentas, es que si algo tan difícil para los hombres se presenta, acudir al médico y resolverlo.