Puede sonar a un lugar común o un anglicismo de la palabra inglesa para definir este tipo de tristeza que es “blue”; pero tenemos que dar rápida respuesta a la pregunta del encabezado diciendo que, con sus apartados, la aseveración es correcta.
Lo que en la Edad Media y Renacimiento se conocía como el “Tercer Ojo”, corresponde al hipotálamo, y sobre todo a una parte de él que se le conoce como el núcleo supraquiasmático, con la función principal de regular los ciclos circadianos, las alternancias del sueño y la vigilia, y ahí, y hay que ponerlo bien clarito, la cantidad de luz de día a la que nos exponemos es uno de los factores más importantes.
Países y cuidades que se encuentran cercanos al ecuador donde son menos marcados los cambios de luz con las estaciones del año cuentan con menor intensidad en las fluctuaciones del estado de ánimo de las personas, el reverso de la moneda que pasa con los países más cercanos a los polos.
Los diferentes y bruscos cambios en el funcionamiento del núcleo supraquiasmático cambian los niveles de tres de los neurotransmisores cerebrales que se encargan de la estabilización y mantenimiento del estado del ánimo: serotonina, noradrenalina y dopamina.
Cerraremos con un punto muy importante, y apelo a la experiencia de todos ustedes, las fluctuaciones en las emociones son generalmente sutiles y no afectan la funcionalidad, en caso de tener cambios muy severos es momento de considerar ir a evaluación.
Dr. Edilberto Peña de León