Constantemente esta pregunta me la hacen formulada desde el lado de los familiares de un paciente portador de una depresión moderada a severa. Todos los de alrededor del paciente se sienten impotentes para poderlo ayudar, ya que por definición, un episodio de depresión de suficiente intensidad para ir a consulta con un psiquiatra es algo que no sale con un simple “Échale ganas” o con los cuidados y cariños de los seres queridos. Entoncés… ¿Yo como familiar o amigo de un deprimido no puedo hacer nada para ayudarlo?
Aquí enumero algunos consejos principales para formar una red de apoyo entre los que vivimos cerca de un paciente con depresión:
- Ser claros, concisos y estrictos en el hecho de que el paciente requiere tratamiento. Frecuentemente el paciente va a dudar si debe de seguir con su tratamiento, si debe de dar “molestias” a los demás con sus cuidados, o si mejor ya dejamos que la mejoría se presente sola. Para eso debe de haber alguien cerca que sin mucho rollo le confirme que el tratamiento es el correcto, que se debe de seguir y que si en algo se siente mal le pueden ayudar a contactar al doctor para preguntarle las dudas y resolverlas.
- Entender que sacarlo a la fuerza de casa u obligarlo a hacer las tareas cotidianas puede ser contraproducente durante las primeras dos semanas del manejo farmacológico. “HAY QUE SER PACIENTES CON LOS PACIENTES Y CON NOSOTROS MISMOS”, y esperar para que nuestras buenas intenciones puedan ser útiles para mi familiar.
- SÓLO HAY QUE ESTAR AHÍ: es una frase muy fácil, pero a la vez muy difícil de llevar a cabo. Sencillamente hay que hacerle sentir al deprimido que estamos cerca para lo que él necesite, sin ser un factor de presión para su recuperación.