Durante mi trabajo de la semana pasada tuve un día de consulta donde acudieron dos pacientes para recibir una segunda opinión sobre su manejo psiquiátrico. La verdad es que esto me llamó la atención. Hace un tiempo era muy raro que nos pasará un fenómeno de estos, pero la realidad es que cada vez vemos más que los pacientes reconocen su derecho de saber si están recibiendo el mejor cuidado posible dentro de su tratamiento. El primer paciente tenía 42 años y lo traía su familia ya que venía saliendo de un divorcio y una ruptura sentimental fuerte y lo veían desmotivado, hablando constantemente de la muerte y lo habían descubierto quedándose con el dinero que le daban para ayudarlo a pagar su psicoterapia para pagar una deuda de una tarjeta de crédito. Esta terapia tenía ya cuatro años con excelente apego y manejo por su terapeuta y contaba con dos meses de tratamiento psiquiátrico antidepresivo. Al analizar el caso resulta que todo estaba perfectamente bien hecho y mi trabajo fue tranquilizar al paciente y a la familia que el camino es el adecuado solamente teniendo un poco más de paciencia. El segundo caso se trataba de una actriz de Miami con problemas económicos en la empresa de su marido, menos trabajo para ella en Estados Unidos; sumado a la angustia de sacar adelante a una hija pequeña y un problema de sueño desde la infancia que se había agudizado fuertemente en los últimos tres meses. Allá había acudido con un psiquiatra que en el estilo de consulta americano, sólo la había escuchado 15 minutos y le había puesto sobre la mesa varias opciones de medicamentos diciéndole en extenso los efectos secundarios de cada uno de ellos. Con esto lo único que había pasado es que ella se sintió más confundida, pensó que todas las opciones eran muy riesgosas y se incrementó más su ansiedad y su insomnio. La realidad es que la combinación de medicamentos no estaba mal, sólo había que agregarle un poco de cierta dosis, pero sobre todo escucharla y hacerle sentir que lo que ella padece es un cuadro depresivo ansioso que tiene solución y que se va a poner bien.
El psiquiatra es un especialista médico más dentro de la baraja de la atención de la salud que tenemos todas las personas. Como tal, y en esta era de información accesible para todos, es imposible que no estemos susceptibles del juicio sobre si nuestro trabajo es el mejor posible. Un consejo prudente es que si estás en un tratamiento a la salud mental y no estás obteniendo los resultados esperados en un plazo de tres meses acudas a pedir una segunda opinión y así poder fortalecer el hecho de tomar la mejor decisión informada por el bien de tu salud.